20 noviembre 2019

¿Son sexistas las voces sintéticas?

Image by mohamed Hassan from Pixabay

Cualquier habrá podido apreciar que las voces de los asistentes de voz siempre son femeninas.

Desde la más conocida por la mayoría como Siri, hasta otras menos frecuentes en el uso, es un rasgo general que las voces artificiales o grabadas sean de mujeres.

Según un estudio de la UNESCO  esto se debe, principalmente, a que apenas hay mujeres trabajando en los equipos técnicos que desarrollan estos servicios y otras herramientas digitales de vanguardia.

El informe también aprecia al ahondar en estos aspectos que, además, voces como la  de Siri, por ejemplo, expresan rasgos sumisos, una expresión del sesgo de género integrado en los productos de Inteligencia Artificial, debido también, señala el informe, a esa brecha laboral que hay estos departamentos.

Los datos indican que las mujeres representan apenas el 12% de los investigadores de IA, el 6% de los desarrolladores de software, y tienen 13 veces menos probabilidades de presentar patentes de TIC. Del mismo modo, tienen un 25% menos de probabilidades que los hombres de saber aprovechar la tecnología digital para fines básicos, y 4 veces menos probabilidades de saber programar.

Profundizando en el estudio encontramos algunas recomendaciones importantes para este dar un cambio de rumo a esta tendencia, que pasan, primero de todo, por la financiación de estudios para identificar tipos, dimensiones y severidad del sesgo de género expresado por los asistentes digitales y otros productos de IA.

Aquí sería importante examine la medida en que el género de los asistentes digitales influye en el comportamiento de hombres y mujeres en entornos online y offline.  Junto a esto, poner fin a la práctica de convertir a los asistentes digitales en mujeres por defecto.

También considera el informe importante involucrarse en la previsión tecnológica para anticipar y monitorear las tecnologías emergentes y los vínculos entre los asistentes digitales y las preocupaciones de igualdad de género.

Fomentar a su vez  la creación de repositorios públicos de código de programación y taxonomías de voz que sean sensibles al género, así como perfeccionar las técnicas para enseñar y entrenar tecnologías de IA para responder a las consultas de los usuarios de manera neutral en cuanto al género.

Por último, entre otras recomendaciones aportadas, desarrollar habilidades digitales para mujeres y niñas, destacando su relevancia para otras materias y áreas, así como reclutar, retener y promover a las mujeres en el sector de la tecnología, para que puedan asumir roles de liderazgo y trabajos, especialmente en los equipos técnicos donde se forjan las nuevas tecnologías.

La idea general es lograr crear con todo ello un equilibrio o una pluralidad mayor a la hora de crear voces artificiales. Voces femeninas a las que nos hemos habituado  y que, incluso en parte, son preferidas y dan mayor confianza a muchos usuarios.

Quizá porque ya nos hemos acostumbrado.

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