09 diciembre 2019

Una varita mágica para que los niños aprendan idiomas con los libros

Los cofundadores de Habbi, Anne-Louise Nieto y Hanna Chiou (ambos consultores de gestión), querían enseñar a sus hijos nuevos idiomas, pero encontraron frustrante la falta de recursos.

Así comenzaron a pensar y desarrollar su proyecto de enseñanza de idiomas para niños en principio más pequeños.

Crearon entonces la startup Habbi Habbi, donde han desarrollado una “varita de lectura” que ayuda a los niños pequeños a aprender nuevos idiomas. Cuando señala una imagen en un libro que la acompaña, la varita dice palabras en voz alta o reproduce música.

La varita funciona con visión artificial y es compatible con cualquiera de sus libros. La punta de la varita identifica los píxeles en determinada página y lee la palabra o ilustración específica.

Por tanto, no hay tecnología alguna integrada en el libro en sí. Lo que sí contienen los libros de Habbi Habbi son “sorpresas” repartidas por todas partes, como sonidos o canciones, para mantener a los niños centrados y atentos a la lectura.

Los libros han sido diseñados con la ayuda de expertos en cada uno de los idiomas (la compañía ha lanzado hasta el momento libros bilingües de inglés con español y mandarín para niños de 1 a 10 años) y aumentan su complejidad a medida que los niños pasan diferentes niveles.

Los libros infantiles del nivel más básico presentan imágenes simples de cosas tales como animales y sus colores. Los libros posteriores de la serie presentan ideas y frases más complejas en relación, por ejemplo, a los diferentes tipos de trabajo: doctora, jueza, maestra, etc. (la opción del femenino es para identificarlas también con las madres).

Además, también permite a los padres apoyar el aprendizaje bilingüe de sus hijos sin tener que ser hablantes nativos. Para cada idioma hay cuatro libros que abarcan las primeras palabras, las primeras frases, y las emociones.

Sus creadores optaron por un formato sólo papel para evitar una posible hiperestimulados con las pantallas y medios digitales, según declaran, si bien los libros no dejan de ser de naturaleza tecnológica.

Por otra parte, la elección de una varita en lugar de cualquier otro medio tecnológico táctil se debe a que recordaron que según los expertos a los niños, durante el aprendizaje, les gusta dirigir y sentirse dueños de cualquier actividad, aunque sea educativa y aprendiendo una nueva actividad.

La parte de sorpresa que tiene el hecho de no saber cuándo o dónde va a responder la varita cuando ellos apuntan al libro es otro elemento fundamental para mantenerles atentos y cautivados con la lectura.

En breve planean llevar sus libros a otros idiomas.

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