La exclusividad obliga a suscribirse a más de una plataforma de streaming
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Los servicios de streaming se están generalizando hasta el punto de que un tercio de sus consumidores están suscritos a más de tres plataformas para garantizar que pueden disfrutar de todos los contenidos disponibles en exclusividad en cada una de ellas.
El mayor riesgo de la exclusividad es mantener después a esos consumidores, que cada vez saben más lo que quieren y cómo comportarse: los datos muestran que los consumidores de todas las edades tienen más del 30% de probabilidades de cancelar un servicio de streaming por suscripción una vez que finaliza el programa o la serie que están viendo.
Los millenials y los de la generación Z serían los más proclives a hacer este tipo de movimientos en busca de los contenidos que quieren sin “casarse” con ninguna plataforma de por vida.
Los servicios de streaming representan cerca del 20% del consumo de televisión para la mayoría de los estadounidenses. Casi el doble que en 2018, según un nuevo informe de Nielsen.
Son datos que datos muestran la rapidez con que los consumidores están acudiendo al streaming como reemplazo o complemento de la televisión tradicional.
Son los consumidores más jóvenes -de entre 18 y 34 años- los que tienen más probabilidades de suscribirse a varios servicios de streaming y de pasar la mayor parte de su tiempo disfrutando de sus contenidos.
No obstante, la gran mayoría de los adultos mayores de 65 años (87%) también se suscribe a al menos uno de estos servicios, según el mismo estudio. Esto demuestra un cambio social en la forma en que se consume la televisión.
Las compañías de streaming están bajo tanta presión para aumentar el número de suscriptores que prácticamente todos dan acceso a sus contenidos de forma gratuita a modo de prueba.
La idea, claro, es que los potenciales consumidores conozcan bien toda la plataforma, sus contenidos exclusivos, y que después se conviertan en usuarios de pago.
