El contenido en abierto transforma los modelos de negocio del sector editorial
Los contenidos en abierto, sobre todo en entornos académicos y bibliotecarios, comienzan a tener un mayor impacto en el sector editorial, como se viene anunciando como necesidad desde hace tiempo.
Los presupuestos de las bibliotecas, sobre todo públicas, no pueden soportar el costo de las suscripciones a revistas académicas, ni a través de consorcios, por lo que hace que el acceso abierto sea esencial.
Las cancelaciones de suscripciones están haciendo ver a editoriales como Elsevier que deben enfrentarse a un cambio profundo en su modelo de negocio. Las publicaciones de acceso abierto, el movimiento para derribar los muros de pago y hacer que la investigación científica sea de lectura gratuita, está cambiando ya el modelo de financiación para este tipo de revistas.
A su vez, herramientas online y webs como Sci-Hub donde poder acceder a artículos académicos y científicos de pago de manera gratuita están ganando lectores. La respuesta de Elsevier ante este giro y las cancelaciones de suscripciones es acelerar sus estrategias de contenidos en abierto y modalidades de pago diferentes.
El nuevo director ejecutivo de Elsevier, Kumsal Bayazit, es responsable de este cambio de orientación. El valor comercial se está moviendo de la venta del producto final, las revistas, a otros servicios, como herramientas de datos, que se ofrecen a los científicos durante el ciclo de sus investigaciones.
Los propios académicos estaban hartos de los altos precios y las publicaciones de paywall, a la vez que temen que su trabajo deje de aparecer en las revistas más prestigiosas, un factor importante en la evaluación de la carrera de investigadores y profesores universitarios.
Sin embargo, la fuerza del Open Access es tal que según un estudio de Our Research, el 31% de todos los artículos de revistas en 2019 estaban ya fuera modelos de pago tradicional.
Esto no quita para que algunas mal llamadas editoriales hayan querido sacar partido del modelo de publicación en abierto para engañar a autores no familiarizados con los modelos de pago de las editoriales académicas.
Aun así, queda bastante por hacer si pensamos dónde estábamos hace unos años. Las instituciones académicas, así como las bibliotecas, van a tener que seguir presionando para que el conocimiento científico, humanista y de todo corte se pueda compartir de manera abierta.
