Cabina de cuentos orales en la biblioteca de Drummondville
La biblioteca pública de Drummondville, en Quebec, ha creado un espacio aislado para que sus usuarios se sumerjan en el mundo de las obras literarias de todo tipo.
Se trata de un stand acristalado en el que se invita a jóvenes y mayores a escuchar una variedad de historias (en realidad extractos), contadas todas por narradores de la región.
La “cabina de cuentos” está ubicada en el segundo piso de la biblioteca, en el espacio de novelas para adultos. Sus colores llamativos y su apariencia de cubículo acristalado contrastan con la decoración tradicional del resto de la sala.
Dentro del pequeño espacio hay una pantalla con unos auriculares con los que los usuarios pueden descubrir 18 obras literarias, para todos los gustos y para todas las edades. Hay desde biografías deportivas, suspense, terror, drama, ciencia ficción y narración romántica.
Élise Granger, coordinadora de animación y comunicación del Servicio de Arte, Cultura y Bibliotecas señala que con esta “cabina de cuentos” querían crear un lugar íntimo donde el usuario estuviera en contacto directo con una obra determinada.
Hay desde libros que han ganado premios en el último año como obras por descubrir. Los extractos que ofrecen proceden de novelas, cuentos, ensayos o relatos juveniles.
Los extractos tienen una duración de cuatro a seis minutos. Después, todos los libros de la cabina de cuentos se pueden pedir prestados. Justo en la pared exterior pegada a la cabina está la selección completa. Además, el proyecto quiere evolucionar y cada año se sumarán nuevas narraciones.
Una original manera de promocionar la lectura a través de la narración oral, con la ventaja de que, si lo escuchado te ha gustado, no tienes más que salir y coger el libro para pedirlo prestado. No sabemos si también están a disposición de los usuarios en formato audiolibro.
