Autores demandan a OpenAI por usar sus libros para entrenar a ChatGPT
Varios novelistas, entre ellos Paul Tremblay, Mona Awad, Christopher Golden y Richard Kadrey, y por su parte la conocida humorista Sarah Silverman han demandado a OpenAI.
Acusan a la startup de entrenar a ChatGPT con sus libros sin consentimiento, violando así las leyes de derechos de autor.
Las demandas, ambas presentadas en el Tribunal del Distrito Norte de San Francisco, dicen que ChatGPT genera resúmenes precisos de sus libros.
De manera más precisa, apuntan a que OpenAI hizo copias de los libros de los demandantes durante el proceso de capacitación de los modelos de lenguaje OpenAI sin su permiso.
En concreto, OpenAI copió al menos el libro del demandante Tremblay La cabaña en el fin del mundo, y los libros del demandante Awad 13 formas de mirar a una chica gorda y Conejito. En el caso de Silverman las afirmaciones de demanda son muy similares
OpenAI entrena sus modelos de idiomas grandes “raspando” textos de Internet, y aunque no ha revelado exactamente qué recursos ha absorbido, la startup ha admitido haber capacitado sus sistemas en cientos de miles de libros protegidos por derechos de autor y almacenados en sitios web como Sci-Hub, Z-Library o Bibliotik.
Son ya muchos los autores que creen que ChatGPT ha tomado textos de sus libros sin su permiso, y que OpenAI se está beneficiando de su trabajo sin ningún tipo de atribución.
Por eso han lanzado una demanda colectiva para que, de este modo, otros autores se puedan unir. Ya están solicitando daños compensatorios y medidas cautelares permanentes para evitar que OpenAI continúe con acciones similares.
Si bien la IA como ChatGPT puede generar cadenas y párrafos de texto coherente, el problema es que después pueden extraer material preexistente -muchas veces con derechos de autor- de otras fuentes, sólo para convertirlo en una pieza de escritura “original”.
Es muy posible, por tanto, que este tipo de demandas sean cada vez más frecuentes, lo que pone de nuevo en la picota el problema de los límites de los derechos de autor en la era de la las inteligencias artificiales y la creatividad.
¡Qué lástima! saber esto. Empresas grandes que pueden dedicar departamentos a hacer las cosas bien aunque sea en temas sin precedentes.
Una herramienta de comunicación tan buena, y ellos no lo son. Incorporarla en plataformas de lectura y que por una suscripción muy básica no solo leieras la sinopsis, pudieras consultar algún capítulo; no sé! algo intermedio se podria hacer.
Siempre he pensado que cuando una persona va a una biblioteca pública, no le es posible leer todos los libros de una temática, por ejemplo, porque quiera saber algo específico de un tema. Muchas veces repasamos o leemos solo un capítulo de un libro. El mundo digital deberia apoyar este vacio, no pisarlo legamente. ChatGPT esta mejorando mi uso de la información, OpenAI ¡no! lo estropeen, porque otras empresas como Anthropic mejoraran lo que usted no hacen.