Una escuela usa la IA para decidir qué libros deben ser retirados
Una escuela de Estados Unidos está utilizando la IA para determinar qué libros deben retirarse de las bibliotecas escolares.
Mientras que algunos pedagogos se niegan firmemente a adaptarse al auge de la IA, otros profesores recomiendan que profesores y alumnos aprovechen las ventajas que ofrecen los chatbots.
Es el caso del Distrito Escolar de la Comunidad de Mason City, una escuela ubicada en el estado de Iowa.
Al verse obligada a cumplir con la legislación promulgada en mayo pasado, cuya ley, destinada a proteger a los niños, requiere que los catálogos de las bibliotecas escolares estatales sean “apropiados para la edad” y libres de “descripciones o representaciones visuales de un acto sexual”, decidieron hacer uso de la IA para ello.
Así, para determinar si un libro contiene un pasaje sexual, la escuela ha recurrido a ChatGPT. Para ello ingresaron esta solicitud en la interfaz del chatbot: “¿Contiene (el libro) una descripción o representación de algún acto sexual?” Si ChatGPT responde positivamente, el libro se retira de la circulación y se almacena.
Bridgette Exman, superintendente asistente de currículo de la escuela, justifica el uso de la IA por la masa de trabajo que genera la nueva ley. Según ella no es posible leer todos los libros y filtrarlos con estos nuevos requisitos. Con el apoyo de IA, se han retirado ya 19 libros de las bibliotecas escolares.
Sin embargo hay opiniones en contra de utilizar este sistema, en concreto ChatGPT, ya esta IA generativa es conocida por sus respuestas contradictorias o incluso completamente falsas. Incluso OpenAI recomienda no confiar plenamente en su IA.
Frente a este tipo de críticas, la administración de la escuela ha aclarado que los libros que están en la lista en la actualidad “pueden ser reconsiderados”, al igual que los libros que no están, que también podrán ser reconsiderados.
En definitiva, es posible que la mano y conocimientos de los bibliotecarios y/o gestores tengan la última palabra.