Nuevo acuerdo para el préstamo digital en bibliotecas de Estados Unidos
La Biblioteca Pública Digital de América (DPLA), la gran Biblioteca Digital Americana, y el Independent Publishers Group, distribuidor de editores independientes, han anunciado una asociación para cambiar la situación del préstamo de los ebooks en bibliotecas.
Gracias a esta colaboración, las bibliotecas del país tendrán ahora la oportunidad de comprar y tener a perpetuidad decenas de miles de libros digitales y audiolibros de docenas de editores independientes, en lugar de a través de una licencia de préstamo.
En Estados Unidos cuando una biblioteca adquiere libro digital, los editores han logrado imponer determinado un modelo de licencia: una vez que han alcanzado varios préstamos, el título puede desaparecer de sus colecciones después de un período definido.
Los grandes grupos editoriales, que temen una canibalización de libros digitales, han elevado los precios detrás de estas licencias, a veces limitando considerablemente las opciones de los establecimientos de lectura pública, como la posibilidad de prestar un título a varios usuarios al mismo tiempo.
Por otra parte, operadores como Overdrive en Estados Unidos ofrece un sistema ampliamente controlado por la edición, para disgusto de las bibliotecas. En el lado del audiolibro se ha establecido el mismo modelo.
Sin embargo en otros países europeos el derecho de préstamo aplicable a las obras impresas ha dado paso, para sus equivalentes digitales, a un sistema basado en la licencia de préstamo. Por lo tanto, las bibliotecas ya no traen un título a sus colecciones, sino que compran al editor una serie de préstamos, en condiciones decididas por el vendedor.
La nueva propuesta que cuenta entre los editores involucrados con Austin Macauley, Arcadia Publishing, Dynamite Entertainment, Dover Publications o JMS Books, las compras de establecimientos de lectura pública se pueden realizar a través de la plataforma Palace Marketplace, sin ánimo de lucro, con la provisión de libros digitales y audiolibros digitales.
Según John S. Bracken, director de la DPLA, el innovador acuerdo con el IPG pretende cambiar las prácticas actuales y esperan que otros editores se unan a ellos para que sus libros sean más accesibles para los lectores de todo el mundo.
Reconoce Bracken que el sistema de licencia tiene varias desventajas, para las bibliotecas, pero también para el interés general. Ante los precios prohibitivos, se alienta a los establecimientos a favorecer los títulos más reclamados por los usuarios, a menudo los bestsellers, lo que limita la posibilidad de promover otras voces literarias.
Por otro lado, las licencias con fecha de vencimiento, en esencia efímera, debilitan las colecciones digitales de las bibliotecas. Un título disponible un día ya no puede serlo el día siguiente. En el caso de un cambio de proveedor, el establecimiento puede perder todo el acceso a los valores comprados, lo que lo hace realmente dependiente de un tercero.
En términos de conservación, una de las misiones primordiales de las bibliotecas, el sistema dominante es por lo tanto particularmente problemático.
Así, después de pasar más de 12 años explicando a los responsables políticos y editores por qué los modelos de licencia existentes para libros digitales evitan que las bibliotecas realicen sus misiones, este acuerdo es una victoria que las bibliotecas, editores y autores pueden disfrutar juntos.