06 noviembre 2012

Visualización de los datos: nueva frontera de la innovación

Desde hace ya un tiempo venimos recomendando a los gestores culturales la necesidad de entender y visualizar los datos que generan sus usuarios alrededor de sus productos y servicios.

La mayoría de las entidades culturales (editoriales, librerías, museos, centros culturales, fundaciones, teatros, etc.) están “ciegas” en la sociedad digital. Desconocen el perfil de la mayoría de las personas que entran en sus instalaciones. No saben si son ávidos lectores o personas que están buscando un regalo para otro lector, por ejemplo. El verdadero valor añadido que aporta Internet, más allá de la mera transacción comercial, es el conocimiento directo del usuario y su comportamiento durante la experiencia (consumo) del contenido.

Hace un tiempo que existe una herramienta creada por LinkedIn que permite ver la red de relaciones a través de un mapeo de los contactos de los usuarios. Es una herramienta muy sencilla que permite ver las diferentes naturalezas de las conexiones que se tienen en esta red social profesional, y cómo se pueden ordenar o agrupar los contactos en diferentes nodos para ver de manera gráfica nuestras relaciones de contactos o clientes. Este es sólo un ejemplo de la capacidad de establecer estrategias a partir del conocimiento de los clientes.

Los datos que generan este tipo de tecnologías tienen un alto valor para los gestores culturales dado que hace que la información sea más transparente y útil, con el fin de que puedan tomar decisiones menos arriesgadas. La clave está como recoger estos datos y su posterior análisis. Un reciente estudio de McKinsey da muestra del potencial de esta tecnología en diferentes industrias.

En su informe se ofrecen cifras de beneficios y ahorro en los distintos sectores, tanto de Estados Unidos como de Europa gracias a este conocimiento profundo del cliente. Las empresas más importantes ya están utilizando esta tecnología para experimentar y tomar mejores decisiones de gestión. La conclusión del estudio es que el uso de grandes volúmenes de datos se convertirá en un elemento esencial de la competencia y el crecimiento de las empresas dado que el uso de grandes volúmenes de datos será la base de las nuevas olas de crecimiento en la productividad.

Las entidades culturales van a tener que reflexionar sobre qué procesos internos y externos pueden gestionar conjuntamente con los usuarios. Las posibilidades son infinitas: desde la involucración de los lectores en la definición del catálogo de una editorial hasta la participación de los usuarios en la programación de las actividades de un museo o centro cultural, pasando por aportaciones financieras.

45 Responses

  1. Una vez leído este post, me he acordado de algunas fàbricas que hay cerca de mi casa. En sus entradas tienes grandes letretos que avisan «no se aceptan currículums». Si los RRHH han sio el filtro que ha acabado con el CV en papel, ahora asistimos a un proceso de «abstracción del visitante». No se le conoce, como dices, y aquí Linkedin ha ayudado mucho.
    En cuanto a los a la proyección social de los museos y otras instituciones culturales, surge el interrogante de si hay que empezar a hacer estudios de mercado y estudios sociales para alcanzar un mayor éxito museográfico. El siguiente paso, y temo que empezaremos a verlo pronto con tanto recorte, es si estos estudios se enfocarán hacia una mayor calidad de las exposiciones o hacia una obtención de mayores ingresos via incremento de visitantes. El museo puede, pero ¿debe gestionarse como una empresa?

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