15 marzo 2013

Más allá del iPad mini

Según la última encuesta de BISG, existe un gran y creciente porcentaje de lectores en tabletas que gana terreno a los e-readers como preferencia a la hora de escogerlas como soporte de lectura, al contrario de lo que muchos pensaban. Parece que la retroiluminación, el color o la conectividad no son freno suficiente a su rápida adopción entre los lectores en pantallas.

En este contexto de transformación de los hábitos de lectura, cada día aparece en el mercado una nueva tableta. Esta feroz competencia entre los fabricantes de la “cacharrería” electrónica permite a los lectores acceder a un mundo de posibilidades más allá del mini iPad: sin lugar a dudas un excelente aparato.

Tras testar el NookTablet de Barnes & Noble y el Kindle Fire de Amazon, recientemente hemos tenido la oportunidad de probar la nueva Tagus Tablet de Casa del Libro. Después de analizar en detalle la primera apuesta digital de esta cadena de librerías, sentíamos una gran curiosidad por conocer el resultado de su renovada gama de dispositivos, muy necesitada ya que la primera fue muy cuestionada.  Hemos aprovechado un viaje de trabajo a Estados Unidos para probarla y conocer todas sus posibilidades, y debemos decir que, en líneas generales, nos ha sorprendido gratamente, excepto las escasas prestaciones y el deficiente funcionamiento del software de lectura de ebooks.

Con un sistema operativo Android 4.0.3 Ice Cream Sandwich y una pantalla multitáctil de 7 pulgadas con una resolución de 1.024×600 píxeles, la Tagus Tablet resulta una opción muy competitiva si la comparamos con otras tabletas similares, como la Kindle Fire HD, la Fnac Tablet 7 o el Nook de Barnes & Noble. Tiene conectividad Wifi, 1 GB de RAM y 8 GB de memoria interna, pesa 313 gramos (menos que la competencia) y mide 189 x 123 x 9 mm (también menos que las otras tabletas) e incorpora un procesador Cortez A9 de dos núcleos a 1,5 GHz, todo ello en un dispositivo de elegante diseño.

La plataforma de lectura Tagus viene preinstalada en la tableta dando acceso a los lectores al creciente fondo de ebooks de Casa del Libro y películas comerciales. Podremos así ir confeccionando nuestra biblioteca de ebooks, cuyos libros tendremos la posibilidad de leer en otros dispositivos si son compatibles con el sistema DRM de Adobe. Desgraciadamente, el acceso a la plataforma para leer en modo offline  no funciona correctamente. Un defecto de desarrollo sorprendente para una cadena de librerías… En repetidas ocasiones la pantalla se bloquea, presenta algunos problemas y saltan mensajes de error. Tras alertar de estos fallos al fabricante, nos han informado de que supuestamente se está llevando a cabo una actualización de la plataforma y que este problema será solucionado en la nueva versión.

La tableta funciona perfectamente en cuanto a la gestión de cuentas de correo, uso de redes sociales, juegos, aplicaciones, etc. Respecto a estas últimas, se descargan sin problema en Google Play, con lo que solucionamos fácil y gratuitamente algunas carencias de los Android, como la gestión de carpetas.

Sí nos llamó la atención las estupendas prestaciones de la Tagus Tablet en cuanto al visionado de vídeos por su gran calidad y por la particularidad de que la pantalla incorpora una tecnología que permite un ángulo de visión de hasta 178 grados, lo que se agradece cuando son dos las personas que ven una película. También es importante su capacidad para aceptar múltiples formatos de vídeo, sin la necesidad de adaptarlos para el dispositivo como ocurre en otras marcas, lo que resulta un verdadero engorro. Además hay que destacar su sistema de sonido y sus altavoces externos, que superan con creces a la competencia, y que nos permiten escuchar nuestra música favorita con un buen nivel de potencia y calidad. La tableta dispone de una batería de 3700 mAh y de aceptable rendimiento.

El Tagus Tablet incorpora una cámara frontal de 2 MP, también de mayor definición que otras tabletas similares, lo que realmente se nota, no tanto en la realización de fotografías como en las videoconferencias.

Casa del Libro ofrece, además, una serie de extras para el Tagus Tablet que nos parecen particularmente interesantes y que de nuevo lo diferencian de otras tabletas, como la ampliación de la memoria hasta 32 GB mediante MicroSD, el cable HDMI para conectar la tableta al televisor, la batería portátil para mayor autonomía, el cable OTG para conectar una memoria USB, el Joystick para juegos, las fundas con teclado incorporado, el pen Tagus para la perfecta navegación por la pantalla…

En definitiva, si buscas una tableta mini para ver películas, escuchar música y acceder a todos tus perfiles en las redes sociales es sin lugar a dudas una buena opción por sus amplias prestaciones y precio competitivo, 159,90€. Sin embargo, si además quieres utilizar la tableta para leer libros recomendamos a nuestros lectores comparar las prestaciones de lectura en pantalla de esta tableta con alternativas en el mercado (Samsung, Kindle y Nook, entre otras).

Al igual que ha llevado a cabo un «plan renove» de su portafolio de dispositivos, Casa del Libro debería renovar y enriquecer las prestaciones de su plataforma de lectura en pantallas.  Cada día los usuarios españoles se están haciendo más sofisticados en su consumo de contenidos en la Red y consecuentemente exigen mejores prestaciones en las plataformas de comercio electrónico, así como en sus experiencias de lectura compartida. Es un círculo vicioso que obliga a los promotores de estos proyectos a rediseñar sus plataformas constantemente para añadir nuevas funcionalidades y servicios online. Cada mes, últimamente cada semana, uno de los competidores anuncia una nueva funcionalidad en su plataforma. Ninguna de las partes se puede permitir el lujo de no contrarrestar esa nueva apuesta de sus competidores puesto que su propia tecnología se queda obsoleta en muy poco tiempo. En este contexto de innovación permanente, todas las empresas del mundo del libro deberían establecer alianzas estratégicas para poder afrontar los retos de la era digital. Por muy grandes, pequeñas o especializadas que sean, todas las editoriales, librerías, bibliotecas o museos necesitan asociarse con uno o varios socios tecnológicos para ser competitivos en el siglo XXI.

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