Epidemia editorial
La editorial Granica, especializada en libros de Management y crecimiento personal, ha decidido reducir en un 40% el número anual de novedades que lanzará al mercado, con el fin de frenar la actual epidemia reproductora de la mayoría de las editoriales españolas.
Las casi 1300 editoriales que existen en España publican anualmente más de 70.000 títulos. Ante esta avalancha de producción anual, cada librería recibe cerca de 6.000 nuevos títulos mensuales, que obliga al librero a renovar su mesa y escaparate de novedades cada 15 días.
Todos los analistas del sector editorial coinciden en que debe encontrarse un equilibrio entre las novedades publicadas y la posibilidad real de libreros de exponerlas en las tiendas, de lectores de leerlas y hasta de
críticos de poder comentarlas y recomendarlas apropiadamente. La figura del librero en los últimos años se ha convertido en el cuello de botella y se les ha obligado a seleccionar, dejando fuera buenos libros sólo con el
criterio de «falta de espacio».
Esta avalancha de títulos obliga a replantearse el negocio, pero nadie se atreve a dar el primer paso, Granica ha sido la primera. En nombre de muchos lectores, libreros, medios de comunicación y editores de revistas, ¡Muchas gracias!, y esperamos que otras editoriales tomen buena nota y lleven a cabo acciones similares.
La sobreproducción de libros siempre ha ido aparejada a un menor cuidado del producto y a la sobreexplotación de los recursos humanos disponibles. Raramente un aumento de producción ha conllevado una inversión proporcional en recursos y medios . Esperemos que la reducción de novedades no implique, en cambio, reducciones de personal externo e interno, de tal modo que se continúe trabajando en las mismas condiciones de precariedad, trabajo a destajo y explotación. Si así, fuera, sólo se estarían produciendo menos libros, pero no más selectos ni mejor editados.
La sobreproducción de libros nunca ha ido aparejada a una inversión proporcional en recursos humanos editoriales. Es de esperar que una reducción de novedades no suponga un recorte drástico de personal, interno o externo, de forma que se siga trabajando en las mismas condiciones de precariedad, explotación y angustia. Producir menos libros no lo es todo: han de ser también más selectos, más cuidados y más orientados a las necesidades del lector.
Silvia,
Coincido plenamente con tus observaciones. Creo que es una apuesta empresarial interesante y veremos que consecuencias y beneficios tiene. Al menos una editorial ha parado su maquinaria de sobreproducción, veremos como reacciona la competencia. Javier
busco los siguientes libros:
La estructura de la magia, volumen I
La estructura de la magia, volumen II
de: Richard Bandler y John Grinder