27 julio 2006

Una historia de amor y oscuridad

Nos encontramos ante una excelente novela de carácter autobiográfico,  pero que al tener un  tono de tragicomedia  y un enfoque tan descriptivo nos brinda la oportunidad no sólo de conocer a los antepasados de la familia Oz, sino que también  nos ayuda a entender la historia de los judíos en Europa, América e Israel. Una obra  escrita con compasión,  sinceridad  y hasta  con humor, y que tiene un objetivo muy humano: volver  a encontrarse con   sus antepasados y hablar de aquellas cosas que en vida no se atrevieron a tratar.

¿Qué es autobiográfico y qué es ficticio en mis relatos?,  nos pregunta el propio Amos Oz en su libro, para contestarnos más tarde  diciendo: "Aquel que busca el corazón del relato entre la obra y quien la ha escrito se equivoca: conviene buscar no en el terreno que está entre lo escrito y el escritor, sino en el que está entre lo escrito y el lector.  Aquí se encuentra la clave de lectura de este libro que engancha a   lo largo de sus 600 páginas.

El autor odió a su madre durante años por haberse suicidado y a su padre por dejarla matarse.  Luego se odió a sí mismo por creer que su madre se suicidó por ser un mal hijo.  Amos Oz ha querido "invitar" a todos sus muertos a esta novela para hablar sin odios sobre su infancia y juventud, primero en Jerusalén y después en el kibbutz de Hulda, la trágica existencia de sus padres… Amor y oscuridad son dos de las fuerzas que interaccionan en este libro.  La narración se mueve hacia adelante y hacia atrás en el tiempo y refleja más de cien años de historia familiar, una saga de relaciones de amor y odio hacia Europa, que tiene como protagonistas a cuatro generaciones de soñadores, estudiosos, poetas egocéntricos, reformadores del mundo y ovejas negras.

Tras leer esta novela llegamos a la conclusión de que conocemos muy poco a las personas que nos rodean y queremos. A diario nos creamos unas percepciones sobre personas y sitios basadas en realidades, otras veces en fantasías y/o prejuicios;  por ello  es importante  analizar nuestro pasado con la distancia, y Amos Oz nos intenta dar una lección:  no debemos juzgar a la gente inmediatamente, sino sólo recordarla e intentar entender porqué actuaron de esa manera en sus vidas.

Amos Oz (Jerusalén, 1939), Premio Israel de Literatura 1998, es uno de los más prestigiosos escritores israelíes de nuestro tiempo y también un reconocido intelectual comprometido con el proceso de paz en Oriente Medio. Siruela ha publicado sus novelas No digas Noche, Un descanso verdadero y Una pantera en el sótano.

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