09 junio 2007

Hector de Sainte-Hermine

Una obra desaparecida y recuperada de Dumas, Hector de Sainte-Hermine. La forja de un héroe, la que fuera la última novela del gran autor francés, publicada en folletín en 1869 poco antes de morir, ha protagonizado la primera presentación del último día de la Feria del Libro de Madrid.

La editora de Funambulista, Isabel Lacruz, el traductor de la obra, Rafael Blanco, y los escritores Pilar Álvaro y Gonzalo Manglano fueron los encargados de poner voz a la gran noticia editorial que supone este rescate. El acto fue moderado por la vicedecana de Relaciones Internacionales de la Universidad de Valladolid, Lourdes Ángeles Terrón Barbosa.

“Alexandre Dumas falleció retocando el final de esta novela, que se publicó entonces como folletín”, comenzó diciendo Isabel Lacruz. “El manuscrito se encontró en 2005, en la Biblioteca Nacional de Francia, en París. Este texto tuvo muchos lectores de la época y llegó a generar bastante dinero, por lo que técnicamente no es un inédito”, quiso matizar la editora.

Pilar Álvaro, crítica literaria, investigadora de la literatura y Premio Nacional de Poesía, fue quien situó la novela con una intervención que ayudó a conocer mejor los entresijos del contexto: “Es esta una novela histórica, no al uso, sino que es una novela en el más puro sentido del término. Fue publicada en 118 entregas a lo largo de un año y es una novela muy entretenida, donde lo importante es la peripecia de la acción: naufragios, huidas, corsarios, amores imposibles…, con una lectura que engancha”. Pilar Álvaro colocó la novela de Dumas en el contexto histórico: “Tiene una parte de teatro de alta comedia y es un precedente de Julio Verne con una mirada hacia lo exótico que luego practicaría Pierre Loti. Maneja muchísimos escenarios, incluso pasa por la España de Isabel II, y todo lo que toca tiene una gran carga de profundidad, aunque su lectura sea fácil, a la manera de Cervantes con El Quijote”. “Al mismo tiempo”, continuó Pilar Álvaro, “facilita un gran conocimiento del mundo político y social del momento y maneja con mano maestra el dibujo de personajes, como, por ejemplo, el certero perfil de Napoleón, así como los símbolos, como se puede ver en la serpiente seccionada, reflejo de la Francia rota por el conflicto político”.

Gonzalo Manglano continuó con el acercamiento a la época diciendo que  “Hugo, Balzac y Dumas fueron el trío de escritores que más lectores reunió”, añadiendo que “su escritura es vehemente, torrencial, sencilla y brillante. Está plenamente en la actualidad por la forma que tiene de encajar la narrativa con la Historia, y en ese sentido es una verdadera novela que juega con la Historia, siendo al mismo tiempo una enseñanza de la propia Historia enfrentando la Francia antigua con la nueva como si se moviera con perfectos pasos de esgrima”.  “El protagonista”, matizó Manglano, “habla de Napoleón con amor-odio, porque, a pesar de que por su extracción aristocrática familiar debería abrazar la causa monárquica, admira la gran Francia que creó Bonaparte”.

Tanto Álvaro con Manglano coincidieron en que Dumas dejó influencias en autores del siglo XX, “como Carlos Fuentes, García Márquez o Vargas Llosa”, y acercándose más a la actualidad, al cine y al cómic, celebraron que  la influencia narrativa estuviese incluso en Tarantino y en los cómic V de Vendetta y 300, La batalla de las Termópilas, por lo que, según Pilar Álvaro, “La forja de un héroe podría perfectamente convertirse en una novela gráfica”.

La editorial Funambulista tiene tan sólo tres años de vida y ya ha publicado más de cincuenta libros. Sus autores clásicos, de la talla de Proust, Wilde o Wilikie Collins, combinados con maestros contemporáneos como Lem, Quignard o McClure y otra línea de escritores actuales: Javier Marías, José Ovejero o Pablo D´Ors están consiguiendo un hueco importante en el panorama editorial.

 

 

 

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