11 enero 2010

Álvaro Delgado

Conversación mantenida entre Álvaro Delgado, editor de Revista de Libros, y Javier Celaya, editor de Dosdoce. Transcripción y adaptación: José Antonio Vázquez (Equipo Dosdoce).

 

Estamos en pleno debate sobre el pago de los contenidos digitales (Murdoch, gratuidad, Google). ¿Por qué decidisteis dar el paso al formato digital?

La idea de digitalizar la revista es una exigencia de futuro. Cada vez se lee más por la Red y, como es lógico, esa tendencia va a ir en aumento. Otra razón muy importante es que, gracias a la posibilidad de hacer una revista digital, se supera con ello el problema de la distribución. De este modo podemos reforzar el número de nuestros lectores.

Es curioso, pero hay suscriptores de la revista digital que no quieren la edición papel –en algunos casos es normal porque tienen que pagar más gastos de envío-, pero existen otros lectores que ya estaban suscritos antes y que no les interesa el formato digital, aunque para ellos sea gratis.

¿Qué criterios son los que hacen que un artículo sea en abierto y otro de pago?

Desde el principio tuvimos claro que la edición digital iba a ser de pago, con un tercio de los artículos en abierto. Esos artículos en abierto no son ni más ni menos importantes que el promedio total del número del mes; lo que sí es cierto es que hay algunos artículos que por tema u oportunidad en determinado momento son propicios para ir en abierto, como ha sido el caso del artículo sobre la Wikipedia en el número de noviembre, que ha generado mucho tráfico y debate en la Red.

Sí queremos resaltar que la cuestión de la revista en abierto o cerrado surge de un problema que casi podríamos llamar “social”. No se trata de llegar al máximo posible de lectores, sino de alcanzar el mayor número de lectores a los cuales les puede servir nuestra revista, que están en la misma sintonía. Es decir, dar una continuidad a la línea editorial y un mayor alcance a aquellos lectores que siguen o pueden seguir esta línea. Por el tipo de revista que es y sus contenidos, va dirigida a un lector concreto. Por eso, nos importa su difusión y conseguir más suscriptores, pero no llegar a todo tipo de lectores. Si hubiéramos decidido hacer la revista en abierto, pensando en la gratuidad, entonces habríamos llegado a otro tipo de lector, y, por tanto, se convertiría en otra revista diferente de lo que es hoy.

¿Tenéis ya datos sobre la repercusión de la revista desde la entrada del formato digital?

En general, los resultados más apreciables a partir de la edición digital es que se han doblado las suscripciones, y ha aumentado nuestra presencia en el extranjero: Estados Unidos, México, Chile, Colombia… De hecho, con este formato, hemos conseguido suscripciones de importantes instituciones, fundaciones o universidades. En este último caso se han suscrito las universidades de Yale, Princetown, Berckley o Stanford.

Estáis en redes sociales como Facebook y Twitter. ¿Lo estáis como una imposición del momento –porque “hay que estar”- o sois conscientes de la posibilidad de estas herramientas para alcanzar un mayor número de lectores?

Por ahora lo tomamos como un servicio extra. En estas redes damos información de la revista o adelantamos contenidos, a veces también creamos algún foro de discusión. Calculamos que con Facebook llega un 3% de usuarios a nuestra revista. Facebook nos ha permitido acceder a un nuevo tipo de lector y suscriptor, más joven, para mantenerle informado y ampliar la interacción. Hemos recibido agradecimientos, algunas consultas sobre suscripciones, contenidos, etc. Por otra parte, Twitter nos ha servido para ampliar los canales de información de las novedades así como de eventos a los que asiste Revista de Libros. También tenemos un canal en YouTube, con el que hemos podido establecer vínculos con algunas bibliotecas presentes en YouTube y con otros agentes del sector.  Pero mucho del tráfico a través de redes sociales nos llega también por redes como Digg, Ning, Flickr, Menéame, Ediciona, MySpace –donde también tenemos perfil-, Culturízame y, sobre todo, servicios de agregaciones o sindicación de contenidos (RSS).

¿Qué tipo de artículos han tenido mayor repercusión?

Como comentaba, recientemente, sin duda, el artículo que ha tenido mayor repercusión ha sido el de “Planeta Wikipedia” -en el número de Noviembre- de Manuel Arias Maldonado. Claro que también era un artículo en abierto. Otro de mucha repercusión fue un artículo de abril, “Cuaderno de quejas”, de Mariano Fernández Enguita, sobre la educación y el profesorado, a raíz de la publicación de los libros de Pennac, Penalva y Sánchez Tortosa.

También hubo un debate a raíz de una carta al director en torno a la traducción de los “Fragmentos póstumos” de Nietzsche. La firmaba Andrés Sánchez Pascual en el número de noviembre de 2008. Después se produjeron toda una serie de réplicas y contrarréplicas que desataron una gran controversia de distintos foros de la Red, con lo que acabaron poniendo contra las cuerdas al equipo de traductores y, prácticamente, desbaratando la publicación de los siguientes volúmenes de la edición.

¿Se plantean los artículos hacia el formato digital? Leer en la pantalla del ordenador es diferente que en leer en papel. ¿Se aprovecha la posibilidad de los hipervínculos o la versión analógica/papel del artículo digital es exactamente igual? En el caso de los hipervínculos, ¿depende más de quien escribe o luego se gestiona/edita en la edición digital? Hemos leído (El Cultural) que más adelante incluiréis poesía visual y medios de interacción con el “lector digital”…

Sí, probablemente más adelante iremos incorporando algunas de estas funciones y ventajas textuales que permite el formato digital. Por ahora recibimos los artículos de nuestros colaboradores tal cual, como siempre. Tampoco les hemos pedido nada diferente. Según llegan los volcamos al formato digital. Entiendo lo que comentáis de las ventajas de los hipervínculos que permite la lectura, a la manera de notas al pie, pero por ahora los artículos en digital no difieren de los de la versión impresa.

Sabemos de la importancia de la dependencia de Google a la hora de tener cualquier medio digital. ¿Sabéis el nivel de dependencia de Google?

Nuestra dependencia de Google es grande, aunque en todo caso menor del 40%, entre el 35 y el 40%. Los datos que tenemos en porcentajes son de una dependencia del 40,95% a los motores de búsqueda; 35,95% a sitios web de referencia y tenemos un 23,09% de tráfico directo.

Por último, ¿tenéis pensado dar más pasos en dirección a contenidos digitales y abrir nuevas puertas a aplicaciones tipo iPhone y otros soportes móviles?

Sí, estamos pensando en un futuro hacer aplicaciones para nuevos soportes como el Kindle o el iPhone. De la misma manera que ya pensamos en modelos de negocio diferentes para ofertar los artículos como la fragmentación de contenidos. También pensamos seguir ampliando los canales de distribución de contenidos digitales (en la actualidad trabajamos con las plataformas digitales Digitalia y JSTOR) y fortalecer el mercado internacional. Y, en general, mejorar nuestra difusión atrayendo un mayor número de visitas, a la vez que buscaremos nuevos canales de distribución y otro tipo de plataformas.

 

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