07 febrero 2011

Los usuarios de contenidos “piratas” no leen mucho

Un interesante estudio sobre la piratería de contenidos culturales en la red demuestra que los llamados piratas no leen mucho. Tan sólo un 0.2% del contenido descargado es de libros, lo que incluye tanto textos, audiolibros y cómics. Los promotores del estudio han analizado los contenidos de más de 10.000 archivos en webs P2P (Peer to Peer), como  BitTorrent, Cyberlockers, eDonkey,  Gnutella y Usenet, entre otros.

En porcentajes, el 35,2% de los contenidos pirateados son películas. En este sector le supera la pornografía, con un 35,8%. El 14,5% se trata de contenidos de la televisión. Le siguen los juegos para PC o consola, con un 6,7%, junto a l4, 2% dedicado al software. Después, la música, con 2,9%. Lo último, como decíamos, los libros, ya sean libros, audiolibros o cómics, con el 0,2%.

Como ya señalamos, poco a poco, la piratería de contenidos culturales va a ser mucho más residual: la propia tecnología que ha creado el problema de la piratería va a ser la que aporte la solución al mismo. Más que preocuparnos por el miedo a la piratería, debemos exigir un marco jurídico actual que proteja los intereses públicos y culturales frente otros intereses comerciales no siempre transparentes.

Si nos fijamos en otro estudio publicado por MarkMonitor -una empresa que protege a algunas marcas online-, otras plataformas que contienen software pirata y otros productos digitales (como Rapidshare.com, Megavideo.com, y Megaupload.com), alcanzan los 53 millones de visitas cada año.  Esto se traduce en tráfico web, lo que conlleva una mayor publicidad en sus  portales y, por tanto, mayores ingresos.

Casi todas las empresas que operan en Internet (buscadores, redes sociales o plataformas de comercialización de contenidos digitales) tienen un denominador común: agregan cantidades inmensas de datos personales de sus usuarios para revenderlos a terceras empresas con fines comerciales.

Ninguna de estas empresas comete ilegalidad alguna, pero las actuales lagunas jurídicas a las que nos referimos sobre la publicidad compartamental y las laxas interpretaciones de las leyes vigentes a la hora de operar en la Red, benefician más a las empresas tecnológicas que a los intereses de los propios usuarios de Internet.

Sería conveniente centrar el debate y ampliar la perspectiva para poder ver más allá de lo que actualmente se entiende como problema.

23 Responses

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