18 junio 2013

Los 12 errores más comunes de las startups

Si hay algo de lo que se habla en estos momentos de incertidumbre económica en convivencia, casi paradójicamente, con el auge del desarrollo y la innovación tecnológica es de la creación de las startups, estas nuevas empresas de perfil tecnológico necesitadas de capital riesgo.

En ocasiones, al leer sobre estas nuevas compañías, parece que siempre lleva implícito el valor de éxito, y no es así. Como cualquier negocio, el porcentaje de las compañías –y el sector editorial en concreto sabe mucho de esto- que “fracasan” antes o apenas haber comenzado en muy algo. En un reciente artículo de Mashable se habla de un 75% “fracasos”. Entre comillas, dado que no entendemos fracaso el hecho de no haber tenido éxito inmediato con una idea o proyecto. Como sabemos, de los tropiezos es de lo que más se aprende.

En este mismo artículo han hecho una interesante relación de los errores más comunes de estas compañías, que resumimos e interpretamos a continuación en 12 puntos:

1. Renunciar a lo sencillo. Evitar todo lo que resulte complejo en la creación de una empresa y utilizar la creatividad para lo que de verdad interesa.

2. Esperar demasiado tiempo para comenzar y lanzar el producto. Es importante comenzar ya con un diseño mínimo, fases beta, a la vez que se va construyendo el proyecto. La innovación lleva su ritmo, si se espera demasiado, además, otro se puede adelantar. La agilidad es importante, en todos los ámbitos del proyecto.

3. Proteger tu «Gran Idea». Una gran idea no hace posible un negocio. Es mejor ponerla pronto en marcha y consultar son quienes nos puedan ayudar y orientar de manera correcta.

4. Perder el foco. Tener el enfoque claro de lo que se va a hacer es imprescindible desde el momento en que se tiene esta gran idea. Ir sumando ideas o trabajar supone incorporar nuevos aspectos del proyecto que puedan distraernos de nuestro enfoque inicial.

5. Obsesión con la financiación. Es lógico pensar en conseguir financiación, pero esto no debe retrasar el proyecto porque la financiación en sí tampoco es garantía de éxito. La idea y la rentabilidad importan más que la financiación directa. Mejor conocer y conectar los posibles inversores antes que perseguir la financiación.

6. Distraerse con el “Feedback”. Es bueno dialogar y recibir consejos tanto externos como internos, pero que eso no nos distraiga de nuestra labor. Hay que gestionar las ideas que nos llegan con prudencia, tanto en tiempo como en trabajo.

7. No tener el aliado correcto. Tenemos que hacer un análisis exhaustivo de nuestros posibles y futuros socios porque es posible que, aunque haya buena conexión, no sean en la práctica nuestros mejores aliados y el valor que aporte no sea el necesario.

8. Ganarse a los demás por encima de todo. No tenemos que hacer de nuestros posibles financiadores o socios unos fans acérrimos.

9. No escuchar a los potenciales, actuales y futuros clientes actuales. No distraerse con el feedback no significa no escuchar detenidamente a los clientes. A pesar de parecer un lugar común, muchas compañías cometen este error. Trabajar con mentalidad abierta, no cerrada en sí misma.

10. Tomar decisiones precipitadas. Desde los socios hasta las contrataciones, lo mejor es tomar distancia en las decisiones importantes y estudiar cada caso con objetividad.

11. Contratar mal. Como en el caso de los posibles socios y en relación al error anterior, es importante que los nuevos empleados sepan llevar el mismo ritmo de innovación que el de nuestra startup. Se puede estar atento a posibles empleados fuera de entrevistas formales porque quizá sea así donde estén nuestros mejores trabajadores.

12. No mantener las relaciones. Es importante mantener las conexiones con los socios, mentores, colaboradores, etc. Mantener cierta disciplina o hábitos en este sentido puede ser enriquecedor y valioso.

Esperamos que con estos sencillos pero fundamentales consejos, tanto los innovadores creadores de startups como aquellos que busquen alianza con ellos tengan una base mínima sobre la que construir su empresa. Y suerte con ello.

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