08 junio 2015

Ideas para enriquecer las Ferias del Libro profesionales

Autores: Javier Celaya y José Antonio Vázquez

Si asumimos que Internet está transformando el modelo de negocio de las editoriales, agencias de derechos, librerías y bibliotecas, ¿de verdad pensamos que las Ferias del Libro profesionales van a ser inmunes a esta transformación?

Nadie duda que las ferias del libro presenciales tienen todo el sentido del mundo en la nueva era digital. Aunque tengamos la posibilidad de hacer todo tipo de negocios a través de Internet seguimos, afortunadamente, siendo humanos, y por tanto los profesionales del mundo del libro sentimos la necesidad de reunirnos y relacionarnos con otras personas del sector, aunque ello conlleve dar la vuelta al mundo varias veces al año. No obstante, las Ferias del Libro profesionales deberán llevar a cabo un proceso de renovación de su modelo de negocio, enfoque y estructura con el fin de adaptarse a los nuevos tiempos digitales.

Por ejemplo, ¿tiene sentido ofrecer a las nuevas editoriales 100% digitales, así como a las startups, los tradicionales stands cuando sus negocios pueden mostrarse en una tableta? En vez de stands, ¿no sería mejor ofrecerles la posibilidad de alquilar una mesa o un sofá por horas o por días en vez de durante toda la feria creando una zona de reuniones como las emergentes oficinas de co-working y networking? ¿No sería más lógico ofrecerles zonas con pantallas táctiles gigantes para que puedan mostrar y compartir visualmente sus proyectos a los asistentes a la feria?

Ideas para dar cabida a las nuevas iniciativas digitales

A lo largo de los últimos años hemos tenido ocasión de asistir a diversas ferias del libro profesionales en varias ciudades del mundo (Londres, Frankfurt, Nueva York, Bogotá, Guadalajara, etc.). En algunas de ellas hemos detectado la inquietud por apostar por nuevos formatos e iniciativas con el fin de testar nuevas ideas y enfoques. Compartimos algunas de las mismas con el fin de aportar ideas al debate que está teniendo lugar sobre la necesaria transformación de las ferias del libro profesionales.

Los organizadores de BookExpo América llevan ya un par de años acercándose muy inteligentemente al mundo de las startups especializadas en el mundo del libro. Más allá de ofrecer las  conocidas “Zonas Digitales”, esta feria organizó el pasado año un “hackathon” de 8 horas que invitaba a programadores y desarrolladores a participar en la creación de aplicaciones específicas para el mundo del libro con el fin de crear puentes entre las necesidades de las editoriales y las soluciones de las empresas  tecnológicas.

Este año han organizado una competición entre startups, BookExpo Challenge, para identificar las iniciativas digitales más innovadoras que todo editor debería conocer durante la Feria. Por tan solo 400 euros las startups seleccionadas cuentan con un espacio con mesa y un par de sillas en el “Startup Alley”, la posibilidad de hacer una presentación de 20 minutos de su proyecto, la participación en unas jornadas de asesoramiento para atraer a potenciales inversores, la organización de reuniones con los principales directivos y responsables de las editoriales, pases gratuitos a la Feria para sus potenciales clientes, así como su mención y datos de contacto en el directorio oficial con todos los participantes de la feria.

Consideramos que este enfoque es muy acertado para este tipo de nanoempresas digitales dado que al encontrarse en los primeros meses o año de su actividad económica nunca rentabilizarían un stand tradicional en las conocidas “Zonas Digitales”. Tal y como comentábamos al inicio, estas empresas no necesitan un stand puesto que su negocio se muestra en una tableta.  Por tanto no se trata solo de una cuestión económica sino más bien de cómo dar con el enfoque idóneo para dar cabida a su presencia en este tipo de ferias.

Desde hace un par de años las ferias de libros profesionales de Nueva York y Frankfurt están apostando firmemente por dar cabida al creciente mundo de la autoedición creando zonas específicas para atender las necesidades de estos nuevos actores del mundo del libro. Resaltamos la zona “Authors Marketplace” de BEA donde, al igual que el mencionado “Startup Alley”, los autores independientes cuentan con un espacio dedicado a un precio muy competitivo para dar a conocer sus obras a los visitantes durante la Feria.

La Feria del Libro de Londres lleva también un par de años poniendo en marcha nuevas iniciativas con el fin de renovarse y acoger todo tipo de iniciativas digitales. En sus jornadas profesionales llevan años organizando debates  y talleres para dar a conocer los temas de máxima actualidad, así como las iniciativas digitales más novedosas de todo el mundo. Pero lo más innovador que han realizado últimamente ha sido la organización de una conferencia virtual, ‘La vuelta al mundo en 8 horas’, ofreciendo un acceso gratuito en tiempo real a más de 8 horas de conversaciones virtuales con participantes de todo el mundo. Dos meses antes de la celebración de la propia Feria del Libro, personas de reconocido prestigio del sector compartieron experiencias sobre las últimas tendencias en el sector editorial como antesala al encuentro presencial ‘Digital Minds’ (Mentes Digitales) que se celebró en Londres el pasado mes de abril.

Además, en la propia feria del libro, este año han creado varias zonas de networking gratuitas para los representantes de los medios sociales (bloggers, booktubers, etc.) con un diseño muy innovador para que todo tipo de asistentes pudiera reunirse de forma más relajada y cercana fuera de sus stands.

Cruzando el Atlántico también encontramos ideas que pueden ser aplicables a otras ferias de todo el mundo. Este año, la zona “Alejandría Digital” de la Feria del Libro de Bogotá ofrecía a los asistentes un amable entorno para “tocar” tecnologías (pantallas táctiles, tabletas, juegos, etc.), así como un amplio teatro para ciclos de formación y conferencias.  Por otro lado, la Feria del Libro de Guadalajara (México) tiene intención este año de ofrecer dos zonas digitales, una dirigida al público en general que quiera descubrir nuevas tecnologías y otra dirigida al público profesional donde negociar la contratación de tecnologías que ayuden a las editoriales en su estrategia digital (distribución, promoción, ventas digitales, etc.).

Por último, la Feria del Libro de Frankfurt está llevando a cabo una intensa renovación de su oferta de nuevos servicios, así como de su programa de formación profesional. No solo ofrece un amplio programa de talleres y conferencias, sino que ha apostado también por crear un espacio de contacto y reuniones informales, Business Club, donde fomentar alianzas y relaciones empresariales entre los profesionales de todo el sector. Además, la FBF está llevando a cabo alianzas estratégicas con plataformas tecnológicas para enriquecer su oferta de servicios antes, durante y después de la celebración de las ferias anuales. En este contexto, ha firmado recientemente un acuerdo con la plataforma de compra y venta de derechos IPR para potenciar la construcción de un ecosistema dinámico entre las editoriales y las agencias en la era digital. Por todo ello, todas las Ferias del Libro Profesionales deberán aliarse con varios socios tecnológicos para enriquecer su oferta de servicios con el fin de hacer crecer sus negocios en el siglo XXI.

¿Tiene sentido mantener el modelo de “País invitado” en la era digital?

Por último, compartimos con los lectores una serie de reflexiones en voz alta que probablemente terminen formando parte de un próximo artículo de opinión: ¿Tiene sentido mantener el modelo de “País invitado” en la era digital? Muchos países rechazan la invitación a ferias por el elevado coste económico que les supone con un retorno de la inversión muy bajo.

En este contexto, ¿no deberíamos buscar nuevas fórmulas de acercamiento a otros sectores relacionados con el mundo del libro? ¿No sería más interesante invitar, por ejemplo, al sector del videojuego para estudiar conjuntamente durante la feria posibles vías de colaboración entre las editoriales, agentes, autores y representantes de estas nuevas formas de contar historias? En este mismo sentido, ¿por qué no hacer un acercamiento a las empresas del mundo de las apps o el nuevo mundo de la movilidad?

Como vemos, existe un amplio abanico de posibilidades para enriquecer el actual enfoque de las ferias del libro tradicionales, en el buen sentido de la palabra, con nuevas zonas y experiencias para dar un mayor valor añadido a todos los visitantes, así como para atraer a nuevas empresas de múltiples actividades económicas relacionadas con el mundo del libro. La organización de las ferias del libro profesionales, así como las asociaciones de editoriales, deberían reflexionar sobre cómo dar cabida a las iniciativas digitales en las ferias con el fin de evitar un mayor alejamiento entre los contenidos y las tecnologías, algo que puede ser muy perjudicial a medio plazo para el mundo del libro.

Además de ser un lugar de compra y venta de libros y derechos, las ferias del libro profesionales deben convertirse en ese lugar de encuentro anual donde las editoriales (grandes, pequeñas o independientes) y los promotores de la nueva economía digital pueden conectar con los nuevos creadores de contenidos y profesionales de otras actividades vinculadas al mundo del libro (como videojuegos, producción audiovisual, etc.) con el fin de fomentar sinergias entre todos para dar respuesta a las dudas y problemas a los que el mundo del libro se enfrenta hoy en día.

2 Responses

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