10 junio 2019

Tinta hecha con polución

La empresa india Graviky Labs ha desarrollado una tinta compuesta de partículas finas que  está fabricada a partir de la contaminación del aire.

La sustancia resultante, llamada Air-Ink, estaría en principio destinada a trabajos de artistas, pero pronto podría comercializarse a escala industrial.

Cuando en 2012, el hoy responsable del proyecto Anirudh Sharma, por aquel entonces estudiante de MIT, fotografió un generador diesel que proyectaba hollín negro en una pared blanca, cayó en la cuenta del potencial de esos restos de polución y la posibilidad de  recuperar esas partículas para convertirla en algo útil, a la vez que reducir la contaminación en el aire. Sobre todo en su país que, junto con China, tienen los niveles más altos de polución.

Esta tinta, carbono negro, es un polvo que resulta de la combustión del carbón o del diesel. A través de un dispositivo de filtrado llamado Kaalink –nombre derivado de la palabra hindi “kaala” que significa negro-,  se captura la contaminación del aire de cualquier fuente, como puede ser una chimenea de una fábrica. Después se mezcla y procesa con un polímero y un disolvente.

El resultado es una tinta negra, suave y fluida con un color negro muy similar del que se obtiene quemando combustibles fósiles.

Desde que se fundara finalmente la empresa en 2014, han visto que esta particular sustancia es aplicable a una amplia gama de productos de consumo, que hoy incluiría tanto a aerosoles, a cartuchos de impresora o rotuladores (un rotulador con 30 mililitros de Air-Ink, equivaldría a cerca de 45 minutos de contaminación emitida por un motor diesel).

De momento su fabricación sólo es posible en la India, porque en Occidente las regulaciones son algo más estrictas y obligan a las empresas a eliminar las partículas de carbono de una manera más responsable.

Las primeras obras de arte, hechas para promocionar esta tinta, se exhibirán hasta el 20 de enero de 2020 en Nueva York, como parte de la exposición «Nature – Cooper Hewitt Design Triennial«. Un espacio ideal ya que los artistas son uno de los gremios que cada vez se preocupa más por el deterioro del medio ambiente, y así lo denuncian en sus obras.

Graviky Labs quiere ampliar su modelo a escala industrial y que su tinta se utilice en aplicaciones más prácticas, como las impresoras de todo tipo, papel de periódico, libros de texto o impresión textil para  la industria de la moda.

Una iniciativa que aporta su pequeña solución para un problema que causa más de 7 millones de muertes al año. La sexta causa de muerte en el mundo.

De agradecer en un momento en que las empresas cada vez están más concienciadas con una producción sostenible.

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