Libros, piezas de Lego y un robot para aprender a programar
Para muchos especialistas, saber programar entraría a formar parte de la nueva alfabetización digital, por eso, aprender código, debería ser una asignatura más del currículum escolar, o incluso antes.
Anteriormente hemos visto robots que, precisamente, enseñaban código de manera interactiva a los más pequeños aprendices. Hoy un nuevo kit educativo propone enseñar también a codificar a niños de entre 3 y 6 años gracias al robot en forma de oso Mochi y sus divertidas aventuras.
Un robot sin pantalla alguna que está mucho más cerca del peluche que de la máquina futurista y que, además, se ayuda de una colección de 12 libros de cuentos para su empresa docente.
Siguiendo el argumento en cualquiera de esos libros –que los padres o profesores deben leer a los niños-, los niños colocan bloques de codificación en el tablero de programación para poder mover a Mochi en los mapas de cuentos temáticos. En ese trayecto, aprenden sobre planetas, letras, números y mucho más.
Además, el kit también incluye tanto piezas de Lego, como de papel y piezas de artesanía en madera más tradicionales, con las que pueden construir barcos, cohetes y cualquier otra cosa que imaginen para llevar al oso a alcanzar sus aventuras y, a la vez, aprender a programar. Asimismo, los niños pueden escuchar las historias de Mochi además de usar los bloques y el tablero para completar las tareas.
Cuando se usan juntos, los bloques de codificación y el tablero envían mensajes al medio de transporte del robot (un pequeño carro que en realidad es la base del robot) que se alimenta de comandos a través de un centro de control, para que este pueda viajar a través del mapa mágico donde transcurren las diferentes historias a través de una secuencia de acciones.
De este modo, los niños pueden organizar los cuadrados en cualquier secuencia haciendo que el robot avance, gire, haga algún sonido, baile o rehaga una secuencia completa. La historia del libro cobra vida cuando el niño interpreta al director, creando un algoritmo especial que hace que Mochi, el robot, siga la aventura del libro de cuentos.
Todo el conjunto busca que los niños exploraren realmente todos los rincones de su imaginación mientras captan los conceptos básicos de la codificación a través de una interfaz táctil, sin pantalla, diseñada especialmente para mentes infantiles y usando también las manos, como con cualquier otro juego de mesa, a la vez que se familiarizan con la lectura.
El proyecto ha sido posible de nuevo gracias a una campaña de crowdfunding en la plataforma Kickstarter.