Librerías que lo intentan frente a esta crisis
La crisis provocada por la pandemia está poniendo en serias dificultades a todos los eslabones del sector del libro.
Uno de los que más lo estás sufriendo, junto a editores independientes, es el de las librerías.
Ya en los meses de confinamiento ha habido cierres, pero también hay librerías que no se ha querido rendir y han seguido intentando ofrecer sus servicios de múltiples maneras: bonos y vales, potenciación de la venta online, hasta reparto en bicicleta de pedidos, fuera y después dentro de nuestras fronteras.
Una de estas iniciativas que también nos ha llamado la atención es la de la librería La Llama, en Barcelona. Ya en su web se presenta de manera un tanto combativa, y no autocomplaciente. Saben que existe Amazon, pero no por eso van a dejar se seguir adelante, ni tirar balones fuera.
Elogian sus propias virtudes y fortalezas (su web, su selección de obras, su trato personal), y saben sus debilidades. Y dentro de eso han hecho una propuesta a sus clientes: poder comprar libros a través de su servicio de suscripción recién estrenado.
Este servicio se llama La Llama Box, y consiste en el envío de un paquete mensual en el que, señalan, a modo de autorregalo, los clientes reciben un lote con un libro sorpresa seleccionado por los libreros. A esto se le suma un díptico con algunos datos del libro y los motivos por los que han escogido ese título en concreto, junto a algún otro objeto o detalle.
Según apuntan es un servicio que nace de los clientes que les piden recomendaciones y de paso aprovechan para comprar algunas de las postales que editan en La Llama en exclusiva. Es decir, para esos clientes más habituales, en principio, que se dejan aconsejar y sin fieles a la librería.
El precio de la suscripción es de 24,90 euros al mes y los libros que envían tienen un importe entre los 18 y 20 euros. Libros con su sello, el que sus clientes buscan. Sobre todo novedades. Además, si algún suscriptor quiere, puede hacer otro pedido para los costes del envío del paquete sorpresa.
En cierto modo, algo parecido a lo que ya hacen en Bookish.
Otro ejemplo de librerías que no se rinden y que tratan de buscar soluciones en momentos muy difíciles. Ahora sólo cabe esperar la respuesta de los lectores.