Un robot que escribe como Shakespeare
Unos investigadores aseguran haber conseguido que su inteligencia artificial escriba sonetos como los de Shakespeare.
Su software Deep-Speare, un programa de deep learning específico para escribir poesía, ha “leído” cerca de 2.700 sonetos accesibles en el Proyecto Gutenberg.
A partir de aquí, el “poeta artificial” aprendió a componer poesía por sí mismo. Primero busca los poemas en su base de datos de que le sirvió de entrenamiento, para después intentar una y otra vez crear líneas de poesía que coincidieran con tales ejemplos.
Sin diccionarios de rimas ni de pronunciación u otros recursos, Deep-Speare aprendió tres conjuntos de reglas que pertenecen a la escritura de un soneto: ritmo, esquema de rima y los fundamentos del lenguaje natural (qué palabras van juntas).
El objetivo del proyecto era ver hasta dónde podían impulsar el aprendizaje profundo para la generación de lenguaje natural, y hacer uso de las cualidades difíciles de la poesía. Las formas poéticas, como los sonetos, tienen patrones bastante rígidos en lo que respecta a la rima y el ritmo. El reto era diseñar la arquitectura de este sistema para que Deep-Speare aprendiera estos patrones de forma autónoma.
Es un trabajo que se enmarca en los que se llama “creatividad computacional”. Un modo de investigación que estos estudiosos consideran flexible y relativamente fácil entrenar en sistemas de aprendizaje profundo que denomina modelos.
Estos modelos también son muy buenos para descubrir patrones y generalizar a partir de esos patrones, a veces con resultados sorprendentes, que pueden interpretarse como “creatividad accidental”.
En el caso concreto del proyecto Deep-speare, buscaban producir cuartetas individuales a partir de una sección de los sonetos de Shakespeare. Una vez que tuvieron su modelo de lenguaje entrenado, ya podían terminar una oración o generar oraciones completamente desde cero.
El modelo de rima también aprendió sus lecciones de la colección de sonetos. Durante su proceso de capacitación, le dijeron al modelo que la palabra con que terminaba cada oración debía rimar con otra palabra dentro de la cuarteta, y luego dejarons que descubriera cuáles de esas palabras eran más similares y, por lo tanto, más probable que rimaran.
Una vez que Deep-speare fue entrenado y listo para componer le dieron tres plantillas de las rimas más usadas por el poeta inglés para elegir el paradigma de sus sonetos.
Durante su proceso de escritura, Deep-speare primero eligió al azar una de las plantillas. Luego, el modelo del lenguaje procedió a generar líneas de poesía, palabra por palabra; cuando llegó a una palabra que debería rimar, ofreció palabras candidatas al modelo de esa rima.
Como un soneto original no es necesariamente un buen soneto, para evaluar la calidad de las cuartetas de Deep-Speare, trabajaron con dos evaluadores humanos que distinguieran el auténtico del imitador.
El resultado, al parecer, fue que Deep-Speare casi está a la altura del genio inglés.
Por alguna razón –posiblemente por su dificultad y genialidad-, Shakespeare se ha convertido en blanco de la inteligencia artificial. Veremos qué es lo siguiente.