08 febrero 2021

El crowdfunding cada vez más común en la edición de ciencia ficción y fantasía

Crowd funding concept, en Freepik

Cada vez son más las editoriales de los géneros de ficción y fantasía que recurren al crowdfunding para sacar sus proyectos adelante.

Muchos libros, como señalan en Telerema, no hubieran visto la luz si no hubieran recurrido a este modelo de negocio.

Desde un comienzo, cuando el crowdfunding comenzó a popularizarse, si se puede decir así, en el sector editorial, las ediciones más cuidadas, que suelen ser de género, acompañadas de ilustraciones y a veces incluyendo juegos de mesa o rol, e incluso algún tipo de interactividad digital, son las que más han acudido a la financiación colectiva.

Se trata de proyectos caros, en muchos casos de tiradas limitadas. Y muchas veces, incluyen extras como cajas muy cuidadas para el packaging, extras, y algún tipo de suscripción a futuros proyectos para los financiadores, etc.

Además, cuando el proyecto logra la financiación, no sólo se logra sacar adelante el producto, en este caso un libro cuidadosamente editado, también que el autor o autores cobren por su trabajo.

En ocasiones, los editores podrían no sacar de inicio más que lo suficiente para los costes de producción, pero al menos saben que con este modelo no van a perder la inversión.

Otras veces, sin embargo, las sumas recaudadas pueden ser enormes y superar todas las expectativas de inicio.

Otra ventaja de este modelo es la publicidad implícita que le acompaña. Los meses de campaña para lograr la mínima financiación ya supone en sí una campaña de marketing, que comienza por sus primeros fieles seguidores o fans de un proyecto.  

De hecho, el éxito de la financiación de este tipo de libros está vinculado a la “existencia de una comunidad fuerte y una audiencia de entusiastas”, según Xavier Vernet, fundador de las ediciones Scylla y Dystopia, editoriales creadas a sí mismas mediante el crowdfunding.

Lo único es que este tipo de libros muchas veces funcionan a través de la venta directa, por lo que en ocasiones las librerías se ven excluidas. Otras veces, los libreros no saben bien orientarse porque no hay una editorial en sí que respalde el proyecto.

Aunque si se trata de una librería especializada en el caso de la ciencia ficción y fantasía, es posible que las dudas sean muchas menos y sepan mejor cómo vender un libro surgido del crowdfunding.

De lo que no cabe duda es que el crowdfunding en los casos de la ciencia ficción y fantasía es el lugar propicio para las mentes más creativas del sector editorial en lo que a diseño se refiere.

Quizá las editoriales, y no sólo proyectos aislados o autores independientes, deberían atreverse más a probar el crowdfunding para sus ediciones más exclusivas.

Puede ser un modelo eficaz para no dejar atrás iniciativas en tiempos de crisis

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