Editoriales y librerías francesas a favor de los formatos universales de ebooks
Como todos sabemos de sobra los libros digitales comprados hoy en algunas plataformas sólo se pueden leer en un dispositivo comercializado por la misma plataforma.
La industria del libro en Francia, editores, libreros y autores, abogaron abiertamente hace unas semanas los por formatos armonizados en los ebooks que permitan una “sana competencia” entre plataformas de venta y entre dispositivos, como ya subrayara la Federación Europea de Editores.
Es decir, evitar ecosistemas cerrados que siguen siendo un freno para la lectura digital y para los consumidores, a los que se les tiene en cierto modo “secuestrados”.
En un comunicado, la Sociedad de Autores, el Sindicato nacional de editores y el Sindicato de libreros francés y el Sindicato de distribuidores de ocio cultural pidieron al gobierno que se ocupara de este asunto que lleva años arrastrando.
Estas organizaciones en realidad reaccionan ahora a la adopción el mes pasado por parte del Parlamento Europeo de un texto sobre la regulación de gigantes tecnológicos como Amazon, junto a la propuesta de la Comisión Europea sobre la regulación de los mercados digitales en cuyo texto los eurodiputados “amplían al libro las nuevas normas destinadas a acabar con las prácticas desleales de las plataformas”.
Según las organizaciones arriba mencionadas, los representantes del sector del libro lamentan que no se haya reforzado aún más el principio de “interoperabilidad”, para permitir que los consumidores lean libremente, sea cual sea el material, el contenido adquirido de un minorista online.
Por eso piden a las autoridades francesas que ayuden a respaldar la posición firme del Parlamento Europeo y así defender una sana competencia por la distribución de libros online.
El objetivo es que la propuesta del Parlamento Europeo entre en vigor el 1 de enero de 2023. El libro digital sigue siendo un mercado modesto en Francia, pero allí los confinamientos y los cierres de algunas librerías lo han impulsado significativamente durante 2020, llegando hasta el 10,1% de la facturación, frente al 8,7% en 2019.
Veremos si se consigue algo con la presión de nuestros vecinos, ahora que les toca la presidencia del Parlamente Europeo y, con ello, se da algún paso real para la tan ansiada interoperabilidad del libro digital.