Amazon cierra sus librerías físicas

Amazon confirmaba hace unos días que cerraba 68 tiendas físicas en los Estados Unidos y el Reino Unido.

Esto incluye sus librerías Amazon Books y otro tipo de tiendas en varios sectores, como aquellas donde  los clientes pueden comprar los productos más populares y mejor  calificados en Amazon.com.

Las primeras librerías físicas de Amazon se abrieron en 2015. Con ellas querían innovar, experimentar y exportar en parte su modelo online y algorítmico a los espacios físicos. Se ve que tal proyecto no les ha sido tan rentable.

Las librerías no sólo brindaban un lugar para que los clientes interactuaran con los libros de Amazon de manera real, tangible, sino que también servían como un lugar para recogerlos tras comprar online –como en los casos de las tiendas de tecnología con el hardware- o realizar devoluciones.

El afán minorista de Amazon se expandió para incluir Whole Foods, con la adquisición de la tienda de comestibles en 2017 por 13.7 mil millones de dólares, además de sus propias tiendas de comestibles Amazon Fresh. También las de tecnología de compras sin cajero Just Walk Out.

Una paradoja es que a la vez que crecían sus ventas online durante los confinamientos por la pandemia, se paralizaban en sus librerías online.

Para Amazon cerrar de golpe docenas de tiendas físicas demuestra que la empresa no valora su negocio minorista físico, y que se puede permitir hacerlo mientras la parte online no deja de crecer.  Incuso se permite seguir experimentando, ya que ha abierto una tienda de ropa física recientemente en Los Ángeles llamada Amazon Style.

No obstante, aunque supone una pequeña parte de su negocio minorista más amplio, las tiendas físicas de Amazon hicieron que la empresa ganara aún miles de millones. En el cuarto trimestre de 2021, la compañía informó que su negocio minorista físico generó 4,68 mil millones, frente a los  4,02 mil millones en el trimestre del año anterior.

En el caso de las librerías, se esperaba también que junto a esos intentos de ser diferente con respecto a las librerías tradicionales, la autoedición, con la creación de Amazon Publishing, y el hecho de poder ofrecer en las tiendas esos títulos superventas que otros libreros rechazaban, fuera otra fortaleza que llevara a los lectores a sus librerías.

Pero lo cierto es que los libros autoeditados de Amazon también tienen un público mayoritario digital o de compra online.

Quizá para Amazon el hecho de concebir a las tiendas físicas y las librerías más -o casi únicamente- como una experiencia que como una necesidad tampoco ha contribuido a su esperado éxito.

A esto se le debe sumar la campaña en defensa de las librerías locales que su presencia suscitó. De hecho, Amazon provocó el cierre de tiendas de muchos competidores en diferentes categorías de productos, incluidas las librerías.

Ser el mayor experto en ventas online no parece haberles dado la ventaja competitiva que esperaban, y así lo manifestaban desde la American Booksellers Association al conocer la noticia.

Ser librero es más difícil de lo que parece, y Amazon no parece estar por esa labor ni necesita hacer según qué esfuerzos.