05 abril 2017

La experiencia de visitar una librería física de Amazon

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Exterior Building of First Amazon Books Physical Bookstore Location by Amazon.com, vía Shutterstock

Las librerías físicas de Amazon ya comienzan a dar que hablar. A propósito de la de Chicago, vemos, como era de esperar, que sus librerías son algo así como una Amazon Store –en lugar de Apple Store-, donde también se venden muchos libros.

Con todas las críticas que se le pueden hacer a Amazon -y que aquí también le hemos hecho (sobre todo a su posición dominante)-, sin embargo hay algunos aspectos destacados que se pueden encontrar en las librerías de Amazon.

Son aspectos que tienen que ver con la inclusión de la tecnología en los espacios físicos, algo de lo que también hemos hablado aquí en numerosas ocasiones.

En el caso de Amazon se trata de la inclusión de otros modos de categorizar los libros, más allá de géneros. Por ejemplo, hay estanterías donde ubican los libros según las valoraciones de sus lectores en Amazon.com (personalización y dar valor a la opinión de los lectores), e incluso según lo que indican sus algoritmos en cuanto a la rapidez –o avidez- con la que los lectores han acabado sus libros: un día, dos días, tres días.

Sus algoritmos también permiten saber qué ha sido lo más leído en la ciudad donde está ubicada la librería, y como tal, hacérselo saber a sus potenciales compradores. Hoy en día el localismo cuenta como un valor añadido. Los algoritmos pueden ser útiles para una mejor recomendación de libros que no se basen sólo en las ventas o en los bestsellers internacionales.

En este caso, por ejemplo, no se venden libros con menos de cuatro estrellas en las valoraciones de Amazon.com. Quizá por eso todos sus libros muestran la cubierta, ninguno está colocado de modo que se vea el lomo, porque todos merecen en su caso ser destacados (aunque esto también supone tener un menor stock a la vista).

No obstante, según señalan en la propia librería, no todo es fruto de los algoritmos, también se seleccionan los libros por un grupo de personas especializadas. De discretos y anónimos ‘curadores’.

Hay que tener en cuenta que no deja de ser la librería de un gigante que aspire a convertirse en una gran cadena de librerías; es decir, no es la pequeña librería especializada o puramente literaria.

No hay que olvidar que gran parte del negocio se sustenta por las superventas y por millones de ventas de unos cuentos libros del momento, libros que en ocasiones son casi el único al año que leen sus dueños. Y esto también forma parte del sector, gustos o discusiones a propósito al margen.

En este caso, Amazon apuesta por sus listas de más vendidos y las recomendaciones de sus algoritmos (aunque sepamos que no son los más inteligentes con respecto a otras tecnologías de recomendación que le ha sucedido), en lugar de las que dan las listas habituales o los suplementos de siempre.

Amazon no compite con esas pequeñas librerías de barrio (que también hacen sus esfuerzos para competir con algunos de sus servicios), de confianza, a las que los lectores más asiduos, exigentes si así se quiere, acuden.

Amazon está compitiendo con otras grandes cadenas o superficies, como pueden ser El Corte Inglés, FNAC (que, recordemos, también ofrecen muchas veces multi-productos) o incluso Casa del Libro, y para ello ha decidido, sobre todo, apostar por una experiencia diferente de descubrimiento de libros en sus espacios físicos.

2 Responses

  1. Oriol

    O sea, librerías para tontos. Gente sin criterio que lee lo que más le ha gustado al vecino o lo que se lee en menos tiempo.
    Olé tu! es bien cierto que así no van a competir con la librería independiente.
    (y al que me llame elitista le diré: por supuesto. Ante la estulticia, elitismo; supervivencia pura).

    1. José Antonio Vázquez

      Bueno, Oriol, el debate de la calidad literaria es otro, y quizá incluso estaríamos de acuerdo en algún punto.
      Que Belén Esteban sea Best-Seller significa que ‘su libro’ se ha vendido. Y se ha hecho en librerías, probablemente en grandes cadenas como Casa del Libro o El Corte Inglés (que sepamos Belén Esteban no hace venta directa, al estilo de Pottermore…). No conviene desviarse del tema. Guste o no lo que otros leen, hay librerías que sobreviven gracias a los libros más vendidos. Además, quién sabe, quizá ‘el vecino’ tenga unos gustos sorprendentes (o incluso también criterio), ¿o a ti nunca te ha recomendado nadie un libro que te haya gustado?
      Gracias por tu comentario.
      Un saludo.
      J.A.

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