10 marzo 2022

¿Cuál es el nivel de satisfacción por el consumo de contenidos digitales?

Imagen de Fancycrave1 en Pixabay

Como ya se ha visto repetidas veces, y aquí también dimos cuenta de ello, el consumo de contenidos digitales, incluido el de ebooks y audiolibros, se multiplicó durante la pandemia debido a los confinamientos.

No obstante, este cambio de hábitos sigue dando información sobre este tipo de consumidores digitales, muchos de ellos recién llegados a raíz de la pandemia.

Por ejemplo, Niklas Johannes, investigador postdoctoral en el Instituto de Internet de Oxford, junto a otros compañeros científicos se preguntó cómo este cambio en el uso de los medios ha afecta al bienestar de los usuarios, para lo cual iniciaron un estudio.

Así, el estudio tenía como objetivo examinar cómo se sentía la gente después de consumir varias formas de contenidos online y offline. Concluyeron que los beneficios positivos de consumir  medios y contenidos tradicionales eran “demasiado pequeños para importar en la práctica” y que el amplio efecto neto de los medios más tradicionales fue similar al de las redes sociales.

Los datos que utilizaron se extrajeron de una encuesta de 2.157 participantes en el Reino Unido mayores de 16 años que se realizó en abril y mayo de 2020 durante el primer confinamiento. La encuesta preguntaba a los participantes cuánto uso hicieron de diferentes tipos de contenidos y cómo se habían sentido durante esos días de consumo.

Esto se hizo seis veces durante seis semanas y, durante ese período de tiempo, compararon cómo los diferentes tipos de contenido afectaron los niveles de felicidad o ansiedad a corto plazo, y las percepciones a largo plazo sobre la satisfacción general con la vida.

Una de las conclusiones es que, por ejemplo, el efecto de jugar a videojuegos no fue  tan diferente del efecto de leer libros, tanto en papel como digital. Aquellos que informaron consumir más música, televisión y videojuegos parecían sentirse un poco peor a corto plazo que aquellos que no lo hicieron.

Los investigadores  advierten que esto pueden ser sólo asociaciones,  correlaciones versus causalidad: podría ser que escuchar música haga sentir peor, o podría ser que cuando se sentían mal, quieran escuchar música para esta mejor.

En el corto plazo entonces, los encuestados  que usaron algún tipo de medio informaron sentirse un poco más ansiosas e infelices en comparación con aquellos que no usaron ningún medio en el período de estudio. Pero cuando se trataba de evaluar cómo se sentían acerca de la calidad de sus vidas en general, los usuarios consumidores de algún tipo de contenido y los que no, señalaron niveles similares de satisfacción con la vida.

Como conclusión, si los medios más tradicionales  hubieran sido realmente tan buenos para los usuarios, entonces se debería haber captado mayores índices de mejora.

Se tendría una información más acertada si se hubiera analizado por qué los usuarios elegían uno u otro medio o formato en concreto. Del mismo modo, se podría incluir un registro del uso del teléfono donde se pueden medir otro tipo de contenidos como el de los podcasts.

Según los responsables del estudio, la parte más desafiante sería combinar los relatos detallados con las motivaciones que las personas pueden tener al decidir leer un libro o ver un programa de TV o película en streaming.

Por tanto, no han podido asegurar que una persona que leyera un ebooks se haya sentido más o menos satisfecha que otra que viera una serie en una plataforma por suscripción. Las motivaciones personales y el momento de la elección no han sido valorados.

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