28 noviembre 2022

Cómo Pearson utiliza la tecnología para reinventarse

Imagen de Steven Weirather en Pixabay

Andy Bird, director ejecutivo de Pearson desde hace dos años, está trabajando para remodelar la imagen de una editorial líder en libros de texto impresos a la de una empresa de aprendizaje online.

Pearson vende alrededor de 1 millón de libros de texto al año, una caída masiva en comparación con los 20 millones que vendía hace apenas cinco años.

Con estas cifras es normal que Bird insista en que el mercado de la educación tendrá que pasar por la misma transformación digital que las industrias minorista, de juegos y de música para ver un crecimiento continuo.

El primer giro digital incluyó el lanzamiento de Pearson+ en 2021, un servicio de suscripción online que brinda a los usuarios acceso a 1.500 libros de texto digitales, vídeos, contenido en audio, notas y capacidad de compartir por cerca de 9.99 euros al mes. Ya cuenta con 4,5 millones de usuarios.

Mientras Bird quiere establecer una fortaleza más grande en la capacitación corporativa para mejorar y volver a capacitar a los empleados. Esto junto al negocio de la certificación de competencias.

Para ello Pearson adquirió recientemente la firma de acreditación digital Credly -la plataforma de certificación más grande del mundo con 30 millones de usuarios- y la empresa de análisis Faethm para apoyar ese esfuerzo.

Ahora cuentan con más de 1.700 clientes corporativos, con 600 millones de dólares en ingresos de clientes empresariales el año pasado (alrededor del 15% de sus ventas totales).

Dentro de Pearson VUE, su centro de pruebas basado en ordenadores, tienen exámenes para enfermeras, técnicos de emergencias médicas y paramédicos.

En cuanto al aprendizaje de idiomas, tienen crecimiento del 22% el último trimestre, impulsado por el Pearson Test of English. Alrededor de 1.500 millones de personas están aprendiendo inglés, por lo que es un mercado masivo.

En lo referente a los libros de texto, según Bird, no se pueden comparar los libros de texto impresos con lo que sucederá en el futuro, donde un editor puede ver qué contenido se consume, la cantidad de suscriptores y el uso del producto: “en el pasado, se compraba un libro de texto y era anónimo para nosotros. Ahora podemos ver lo que está comprando y estudiando, y nos ayuda a adaptar el producto porque podemos decirle al autor que nadie lee el capítulo cuatro o que debe duplicar la animación o los gráficos en el capítulo seis. Este espacio no puede ser sólo versiones digitales de un modelo analógico, como convertir un libro de texto en un PDF, y eso es todo.”

Lo más reciente en la relación Pearson y las nuevas tecnologías es su iniciativa para vender libros de texto como NFT.

Una iniciativa también del propio Andy Bird.

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