02 febrero 2023

Tabletas digitales sin pantallas para niños

La empresa francesa Bugali se ha asociado con varias editoriales infantiles para editar libros que sirvan en su tableta sin pantalla.

Una tenencia -la de evitar la exposición a las pantallas de los más pequeños- que vemos en otros soportes hechos para su disfrute.

El objetivo de esta iniciativa es ofrecer un primer enfoque para que los niños de 2 a 6 años se acerquen a la lectura de una manera interactiva pero sin las distracciones de las pantallas, más cerca de un formato más tradicional.

Su tableta se presenta como un soporte con las esquinas redondeadas en las que se coloca un libro diseñado para dicha tablet. El soporte reconoce al libro y ya lo puede leer en francés o inglés (pronto en otros idiomas).

El niño puede divertirse mientras lee tocando las imágenes que cobrarán vida de una manera sonora para contar cada escena, hacer sonidos o tocar música, como se puede ver en el vídeo promocional. La idea es sumergir al joven lector en la lectura y hacer que quiera continuar a partir de entonces.

Algunas de las importantes editoriales de ámbito francés que se han asociado con Bugali son Fleurus, Gallimard, Seuil Jeunesse, Nathan, L’École des loisirs, entre otras. Todas ya están diseñando sus libros infantiles para  este nuevo  concepto  de lectura.

La tablet, además de no necesitar pantalla, sólo necesita WiFi durante unos segundos para cargar las actualizaciones pero durante la lectura se usa sin ninguna conexión. También tiene acceso a entrada de auriculares para escuchar el libro e interactuar en silencio.

Asimismo, se incluye una app para los padres que se utiliza sobre todo para avisar de las posibles actualizaciones, ordenar los libros en la biblioteca digital o dejar que los padres sugieran libros o cualquier otro comentario que haga mejorar el producto.

Los libros cuestan 14,50 euros de manera independiente. El soporte  para adquirir un paquete completo que incluye la tablet y dos libros cuesta unos 100 euros.

Ya están trabajando para enriquecer la biblioteca, que incluye seis universos: conocimiento, artes, emociones, aventura, naturaleza y juegos.

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