17 julio 2023

Ventajas de la adaptación de las bibliotecas a la pandemia

Imagen de Kampus Production en Pexels

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Aunque ya ha pasado algún tiempo, las bibliotecas siguen estudiando la manera en que estas respondieron a los usuarios durante la pandemia.

La razón es que hay servicios y cambios que han visto que pueden seguir siendo eficientes en tiempos de normalidad. También por estar prevenidos para futuras circunstancias adversas similares y que obliguen a cerrar sus puertas.

Así, la Asociación de Bibliotecarios de los Estados Unidos llevó a cabo una encuesta, y de las 2.500 bibliotecas las bibliotecas públicas respondieron al COVID-19 adaptando sus servicios para satisfacer las necesidades de sus comunidades.

Para comprender mejor esta dinámica en todo el universo de las bibliotecas, el Instituto de Servicios de Museos y Bibliotecas (IMLS), con representantes de varias agencias administrativas de bibliotecas estatales, desarrolló a su vez una sección especial de 15 preguntas para obtener una imagen completa de cómo las bibliotecas respondieron al COVID-19.

Durante los primeros nueve meses de la pandemia, casi todas las bibliotecas cerraron sus edificios a los visitantes, desde unas pocas semanas hasta algunos meses. Sin embargo, también transformaron muchos de sus servicios para que funcionen virtualmente al permitir el registro en línea para acceder a recursos electrónicos, ampliar la disponibilidad de materiales electrónicos, aumentar las señales Wi-Fi y la duración, permitiendo la distribución de materiales físicos fuera del construyendo y ofreciendo programas de biblioteca virtual.

La mayoría de las veces, esta adaptación tomó la forma de acelerar la transformación digital que ya estaba en marcha antes de la pandemia. Por ejemplo, antes de la pandemia, el 29% de las bibliotecas ofrecía a los usuarios una forma de registrarse para acceder a los materiales de la biblioteca sin necesidad de visitar las instalaciones de la biblioteca en persona; a fines del año 2020, otro 35% de las bibliotecas ya habían adoptado la práctica.

Del mismo modo, el 76% indicó que estaban ampliando su servicios de pago online, el 63% estaban ampliando los programas virtuales, y el 42% se estaba expandiendo servicio de referencia virtual, todo porque sus ubicaciones físicas fueron cerradas al público.

La mayoría de estos servicios llegaron para quedarse y han demostrado ser útiles y favorecer la dinámica de las bibliotecas en cualquier época.

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