Los autores y sus libros en la web
Excelente video que parodia la reacción de un autor ante las recomendaciones de su editor sobre cómo van a promocionar su nuevo libro en la Red.
Aunque parezca irreal, el vídeo refleja una triste realidad en el mundo del libro. Pocos autores se sienten cómodos con las nuevas tecnologías sociales (Twitter, blogs, podcast, YouTube, etc.) y desconocen cómo pueden utilizarlas para dar a conocer su obra a potenciales lectores.
Vía: José Luis Orihuela
La irrupción en la Red de las aplicaciones derivadas de la denominada Web 2.0 (Wikipedia, YouTube, Twitter, Redes sociales, blogs, etc.) está generando una transformación histórica en los hábitos de lectura y escritura: los lectores participan en redes sociales recomendando libros a otros lectores, subiendo fotos y vídeos de sus autores favoritos a la Red, escribiendo las biografías de sus autores preferidos en Wikipedia, etc.
Muchas veces acusamos a los editores de ser poco innovadores a la hora de utilizar las nuevas tecnologías para promocionar sus libros, pero en muchos casos son los propios autores los que se niegan a promocionar su obra en la Red por falta de conocimiento sobre el uso de las nuevas tecnologías.
Muchos de ellos piensan que en la Red no hay más que «basura», cuando Internet no es más que un reflejo de la vida real. Al igual que en la vida analógica hay mucho contenido poco relevante -no voy a decir basura para no ofender a nadie- publicado en libros, revistas o periódicos, ocurre exactamente lo mismo en Internet. Existe cantidad de contenido «poco relevante» en blogs, redes sociales y wikis, pero paralelamente hay mucho contenido de excelente calidad y muchos lectores en busca de recomendaciones de lectura y manteniendo conversaciones sobre libros.
Los autores deberían empezar a familiarizarse con las particularidades de las nuevas tecnologías sociales. Lo importante es despojarse de posibles recelos y acercarse poco a poco a estas tecnologías para entender cómo pueden ayudar al autor a acercar su obra a los lectores.
