22 septiembre 2010

El futuro digital de los catálogos de arte

Los catálogos de arte no dejan de ser libros y como tales, también son objeto de reflexión para el futuro. Un futuro cercano. Los problemas de edición de los muy cuidados y caros catálogos de museo tienen sus propia naturaleza: un tamaño (y peso) característicos, papel satinado, imágenes de gran calidad, textos de diversos autores, etc. Lo que se traduce  en un alto costo de producción.

Algunos museos, poco a poco, están ampliando la manera de comunicarse con los visitantes y usuarios. Por tanto, parece lógico que  se estén replanteando un nuevo modo de facilitar los catálogos sin necesidad de tener que quedarse sin vender cientos o miles de ejemplares. Si 10.000 ejemplares de un catálogo entre las 250 y 300 páginas suele oscilar entre 150.00 y 250.000 euros y apenas un 2% de visitantes se compran el catálogo (sería interesante conocer los mismos datos de nuestros museos), las cuentas no salen; y aunque también haya otros canales para vender los catálogos, son demasiado caros como para esperar alcanzar fácilmente un punto de equilibrio. Y, en el caso de los museo públicos, la cuentas tampoco les saldrían a los contribuyentes.

Una buena y justa solución intermedia sería la impresión bajo demanda. Otra, los catálogos online. Más cerca todavía, quizá, de la visita virtual a la colección (algunas guías de museo ya están disponibles para teléfonos móviles). Otra solución es el catálogo en formato ebook. La mayor ventaja de este formato sería su dinamismo, muy apto para contenido sobre arte, con su esencia comparativa, sus múltiples citas, referencias a otros museos, etc. En fin, un material propicio para el hipertexto y el formato multimedia, cuyo virtuosismo por ahora sólo podemos ver en tabletas tipo iPad.

Como sea, está claro que los cambios también van a llegar necesariamente a los museos y, en concreto, a estos libros muchas veces exquisitamente editados pero también considerablemente caros.

22 Responses

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  2. Mercè Ferrero

    Me gustará ver de aquí unos quantos años dónde y cómo se conservará toda esta información. Los sistemas de almacenamiento digital tienen un tiempo de vida limitado y no son estables, en un futuro, si no guardamos soportes físicos perderemos gran cantidad de documentos e información que nunca llegarán a generaciones futuras.
    Creo que tanta digitalización merece también una reflexión.

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