¿Son los audiolibros el nuevo Netflix para el sector editorial?
Los audiolibros siguen creciendo, como se venía anunciando, y, por tanto, siguen dando mucho de qué hablar.
En un extenso artículo de la edición británica de la revista GQ, hemos podido leer, a propósito del nacimiento de Audible, lo que está suponiendo para muchos el hecho de que los audiolibros hayan alcanzado un protagonismo dentro del sector editorial que muchos esperaban.
No ha sido sino gracias a la evolución tecnológica que esto ha sido posible. Estar sujeto a la obligación de tener que darle la vuelta a una cinta de cassette para seguir oyendo un libro hoy nos parece algo casi primitivo. Visto así, es normal que su protagonismo, su madurez, haya tarda en dejarse ver.
Cuando Don Katz creó Audible y un soporte para escuchar los audiolibros, aún años antes del nacimiento del primer iPod, sin duda supo prever que se acercaba el momento de dar el salto gracias a la posibilidad de un formato menos tangible. La evolución de los formatos audio y la compra de Audible por parte de Amazon hicieron el resto.
Hoy, gracias a los smartphones, es el formato que más rápido ha crecido desde 2016: el 59% de los consumidores de audiolibros en el Reino Unido comenzó a comprarlos sólo en los últimos dos años. Según Richard Lennon, director editorial de Penguin Random House Audio, la audiencia de los audiolibros bastante diferente de los compradores de libros. En la actualidad, Audible tiene más de 250.000 títulos disponibles para su descarga. Proximamente, la plataforma europea de audiolibros Storytel, que cuenta con cerca de 100.000 audiolibros en varios idiomas y más de 500.000 usuarios, ha anunciado que lanzará su servicio en España. El servicio en streaming de Storytel, algo así como una versión “Netflix” para audiolibros, permite a sus usuarios escuchar/leer de forma ilimitada todo tipo de audiolibros a través de un App en su teléfono móvil.
Según Laurence Howell, director de contenidos de Audible en el Reino Unido, además de la evolución tecnológica cree que la calidad también está ayudando a que la gente prefiera audiolibros frente a otras formas de entretenimiento, en parte por el placer de invertir parte de su escaso tiempo en cultura, formación y entretenimiento a partes iguales.
Sin duda, la incursión de los primeros narradores estrella (actores, presentadores, voces profesionales, etc.) también ha influido en su alcance a la hora de darse a conocer. La voz es el elemento clave, sea famoso o no el narrador. La experiencia que ofrece una historia contada por la voz perfecta es diferente a la de la lectura, en papel o digital (este último en su versión más ‘estándar’, lejos de los formatos multimedia y similares).
Si los vientos siguen siendo tan favorables para el mundo del audiolibro, es posible que sea una parte de la industria que por fin haga asentarse dentro del sector a modelos de negocio como el de la suscripción.