26 julio 2006

Jaime Gil de Biedma

A Jaime Gil de Biedma ser objeto de estudios y análisis literarios le aburría profundamente, ya que, según él mismo decía, al tener tan poca obra todos trataban sobre lo mismo. Ahora bien, si en vida se hubiera intentado publicar una biografía sobre él, el boicot por su parte hubiera sido inmediato y demoledor. Ha sido necesario que transcurrieran catorce años desde la muerte del poeta para ver publicado el libro que nos ocupa, donde Miguel Dalmau (Barcelona, 1957), tras dedicar buena parte de esos años al estudio de la vida y obra del poeta, nos ofrece un profundo y exhaustivo retrato de este controvertido autor.

A partir de conversaciones y testimonios de los que formaron parte del entorno del poeta, cartas y documentos inéditos e investigación sobre su obra y sobre su complejísima personalidad, Dalmau nos presenta un completo trabajo que divide en tres secciones, bien diferenciadas pero absolutamente interrelacionadas entre sí, con frecuentes avisos que recuerdan al lector la importancia de consultar y comparar unas partes y otras del libro para situarnos en un entorno global y analizar un mismo momento en el tiempo desde diferentes perspectivas. Así, el primer bloque de la obra se titula "Infancia y confesiones", y nos presenta a Gil de Biedma desde la perspectiva familiar y de la forja de su personalidad analizando la figura de su abuelo materno, famoso político, de quien heredaría su inteligencia y dotes de orador; su padre, director general de la Compañía de Tabacos de Filipinas, quien le transmitiría su magnetismo personal y con quien tendría una limitada relación que echaría de menos en muchos momentos de su vida; la figura de su madre, la de la criada Modesta, fundamental en su infancia, los veranos en La Nava, lugar que se convertiría hasta su muerte en ese sitio donde siempre volver… También se analizan en esta parte sus estudios, sus primeras inquietudes, la universidad, el servicio militar, su trabajo en la compañía familiar, que no abandonaría nunca, los viajes realizados por el trabajo y sus largas estancias en Londres, Manila, Estados Unidos,… hasta la aparición de los primeros síntomas de su enfermedad. En este primer apartado, pues, se da un repaso a toda la vida del poeta desde el punto de vista de familia, estudios, trabajo y vivencias en diferentes círculos, observando la evolución de la situación política en España y su influencia en la personalidad de Gil de Biedma.

El segundo bloque del libro, titulado "El juego de hacer versos", analiza a fondo la obra del poeta, volviendo a repasar toda su vida pero ahora desde el punto de vista literario. Desde sus primeros poemas, aquí van apareciendo todas sus inquietudes artísticas, sus amigos, con quienes tanto hablaría de poesía y con los que compartiría momentos irrepetibles: Carlos Barral, José Agustín Goytisolo, Gabriel Ferrater, su relación con autores ya consagrados como Vicente Aleixandre, los duelos literarios que tanto le gustaban y en los que siempre triunfaba, y sobre todo el análisis de su obra, breve pero profunda y de gran calidad. Dalmau nos sitúa en el momento concreto en el que fueron escritos cada uno de sus poemas, obteniendo muchos matices que con la sola lectura del poema seríamos incapaces de conseguir.

El tercer bloque lleva por título "Contra Jaime Gil de Biedma", y vuelve a repasarnos la vida del poeta, pero esta vez desde el punto de vista de sus relaciones sentimentales. Dalmau desmenuza la agitada vida sexual del poeta que tanto influiría en su obra. Contradictoriamente, Gil de Biedma nunca asumió su homosexualidad y nunca la haría pública, aunque tampoco frenó su insaciable apetito sexual y sus pasiones más sórdidas en los más bajos fondos de cualquier ciudad que visitara o en la que viviera, llegando a veces a ser el mayor enemigo de sí mismo y provocando su propia destrucción. Escrita con dureza y veracidad y fiel a numerosos testimonios, este aspecto de la biografía de Gil de Biedma ha sido criticado en algunos medios por creer que persigue un éxito fácil a través del escándalo, pero particularmente creo que si no nos quedamos ahí y leemos más allá de las líneas nos daremos cuenta que, a pesar de lo escabroso del tema, la conducta sexual del poeta es la base para entender realmente el significado más íntimo de su poesía, máxime al no hacer pública su condición sexual y jugar continuamente en su obra con las más sutiles ambigüedades.

La figura de Jaime Gil de Biedma (1929-1990) ha sido objeto de muchas opiniones enfrentadas por su constante contradicción, su difícil carácter, su miedo a la soledad, su insoportable arrogancia, su complejo de superioridad, por su enfermizo amor a lo imposible. Pero lo que es innegable es la calidad de su obra poética. Creo que tener a mano este libro al leerla puede aclararnos muchas cosas para comprenderla.

Miguel Dalmau (Barcelona, 1957) colabora en diversas publicaciones en varios medios. Ha escrito dos novelas y fue finalista en 1999 del Premio Anagrama de Ensayo.

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