27 julio 2006

Vieja escuela

Con una una trama que no da tregua al lector, esta novela indaga hasta dónde es capaz de llegar una persona para llegar a  ser aceptado y formar parte de la sociedad.   Decidido a encajar en su elitista colegio, el narrador ha aprendido a mimetizarse con sus compañeros y a competir con ellos por un lugar en el que hacer realidad su vocación literaria. Pero en el camino deberá aprender a contar la verdad sobre sí mismo. "…que ironía: el ambicioso chico que quiere ascender debe descender a una habitación del sótano (habitaciones del servicio)  para aprender la sabiduría que no se enseña en la fábrica de esnobs de los pisos de arriba".

Wolff nos acerca la mirada de un joven escritor a la vez que nos pregunta: ¿Quiénes somos? ¿La persona que creemos ser, la que mostramos a los demás, o la que los otros imaginan que somos? "En mi desprecio  hacia cualquier signo de uniformidad, veía uniformes por todas partes; y no sólo en soldados y policías, sino en las chicas del instituto y en las amas de casa que iban de compras. Los hombres de negocio me parecían especialmente patéticos con sus sombreros y trajes y su aire londinense, todos ellos con un ridículo colgado al cuello que proclamaba su individualidad"

Este libro también nos habla del poder definitivo de la literatura para enfrentarse a la realidad y exorcizar sus demonios. "Los escritores formaban una sociedad propia ajena a las jerarquías habituales. Eso les daba un poder no conferido por una situación privilegiada: el poder de crear imágenes del sistema del que se mantenían aparte, y por ello juzgarlo."

Encontramos en este libro varios paralelismo con el discurso intelectual de Javier Cercas en su último libro "La velocidad de la luz". Según este autor, "la gente normal padece o disfruta la realidad, pero no puede hacer nada con ella, mientras que el escritor sí puede, porque su oficio consiste en convertir la realidad en sentido, aunque ese sentido sea ilusorio. Por eso, cuando un escritor deja de escribir, acaba matándose, porque ya no tiene un escudo para protegerse de la realidad".

Con la prosa magistral y la sutileza emocional que nos suele brindar, Tobias Wolff desmenuza una asombrosa variedad de temas que ayudará al lector a recorrer con más detalle la seductora naturaleza de la obra de este autor; conocerán a algunos de sus escritores favoritos, sus obsesiones y sus miedos como escritor, etc. "Debéis reverenciaros a vosotros mismos. Reverenciarse a sí mismo es vivir auténticamente. Y como yo sé demasiado bien, vivir auténticamente es vivir en guerra. Sí, en guerra…, contra la gene y el partido ¡y la industria que trafica con el sufrimiento de Cristo!".

Tobias Wolff, ganador del Premio Pen/Faulkner, es autor de las novelas autobiográficas Vida de este chico y En el ejército del faraón, los libros de cuentos De regreso al mundo, La noche en cuestión y Cazadores en la nieve, y la novela corta El ladrón de cuarteles, todas ellas publicadas en Alfaguara. Colabora habitualmente con The New Yorker, The Atlantic, Harpers y otras revistas y periódicos literarios. Es profesor en la Universidad de Stanford, y vive con su familia en California.

Es uno de los escritores norteamericanos más leídos y con mayor prestigio de nuestro tiempo. Vieja escuela es su primer libro en siete años y ha sido finalista, entre otros, del National Book Critics Circle Award. Ha sido uno de los libros más vendidos en Estados Unidos en el 2004 y ha recibido el Northern California Book Award.

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