La costa, el ataque, lo mismo

Bajo este título se amparan dos artistas argentinos residentes en Berlin, Dolores Zinny y Juan Maidagan para presentar una serie de obras en la Sala Rekalde de Bilbao, que forman un juego recíproco entre diseño, pintura, escultura y arquitectura.
Lidera la muestra un prototipo arquitectónico llamado “Alarga la lengua” de madera y poliéster. Es una pieza que se asemeja a un acantilado al que van a morir las olas. Un trabajo que según la comisaria de la exposición, Leire Vergara, “cuestiona la corriente americana de los 90 del site specific (trabajo hecho para cada lugar), del que Richard Serra es el representante más conocido por el gran público».
Un conjunto de piezas minimalistas y de reflexiones espaciales que combinan ficción con la especificidad del espacio, lo fantástico con lo metafísico e introducen elementos literarios, siempre con la intención de potenciar una reflexión a la crítica institucional ortodoxa.
Junto a ellos, en el espacio de la sala llamado Gabinete Abstracto expone también el artista vasco Iñaki Imaz, bajo título de “Lo mío” con una propuesta tan personal como su propio nombre indica y en donde aparece una habitación de salón con los cuadros del pintor colgados e incluso su propio coche, aparcado, formando todo ello parte de la exposición. Algo, que en boca del propio autor “es una forma de dar cauce a la frustración que me producen los cuadros una vez abandonan el taller y se convierte en elementos decorativos”, poniendo en evidencia la imposible fractura entre arte y vida personal. Imaz aporta también una serie de pinturas que se colocan como máximo exponente de las prácticas contemporáneas donde el contexto cobra tanta importancia como el trabajo producido.