20 febrero 2007

Agenda cultural en Málaga

Con motivo de nuestra estancia en Málaga durante la que impartimos un curso sobre el papel de los blogs en el fomento de la lectura, tuvimos la oportunidad de visitar dos espacios culturales que realmente merecen la pena ser conocidos: El Museo Picasso y el CAC Málaga (Centro de Arte Contemporáneo de Málaga).
El Museo Picasso tiene su sede en el Palacio de Buenavista, construido en la primera mitad del siglo XVI, un magnífico edificio de factura típicamente andaluza donde se entremezclan los estilos mudéjares y renacentistas y en cuyo subsuelo han aparecido restos arqueológicos que testimonian la vida en la ciudad de Málaga a través de las civilizaciones fenicia, romana y árabe. La visita al museo incluye un “descenso” a estas excavaciones.
Inaugurado en 2003, su colección permanente se compone de una colección de 155 obras del genial artista donadas por Christine y Bernard Ruiz-Picasso. La evolución de Picasso queda reflejada en esta maravillosa muestra a través de las diferentes técnicas que utilizó. Así, pinturas, dibujos, grabados, esculturas y cerámicas se complementan para ofrecernos una amplia visión del genio malagueño, desde sus primeros trabajos hasta los realizados en sus últimos años de vida, y donde queda patente su interesante paso por tantas corrientes culturales y su ingente producción artística.
El CAC Málaga tiene como objetivo la difusión de las artes plásticas desde el último tercio del siglo XX hasta la actualidad. Inaugurado también en 2003, está ubicado en el antiguo Mercado de Mayoristas de Málaga, un edificio histórico situado en la margen izquierda de la desembocadura del río Guadalmedina. Sus líneas rectas y funcionales crean un espacio perfecto para este tipo de museo y su obra, lo que hace que su visita pueda disfrutarse plenamente.
Su colección permanente está formada por unas cuatrocientas piezas (que recorren desde el impresionismo hasta las últimas tendencias) cedidas por coleccionistas privados por periodos que oscilan entre los tres y los cinco años, colección que se va incrementando con las adquisiciones que realiza el Ayuntamiento de Málaga.
La colección permanente se complementa con exposiciones temporales, donde destacamos la actual Show Time, de Julian Opie (hasta el 18 de marzo), donde el autor se nos aparece, en palabras de Juan Manuel Bonet, como “el pintor de nuestra vida moderna, una vida en la que se mezclan lo real y lo virtual, lo artificial y lo auténtico, los sentimientos y los logos”.
Ya habíamos contemplado la obra de Opie en muchas otras exposiciones, aunque siempre obras aisladas, en un entorno común con las de otros artistas. El encontrarnos aquí con la obra de Julian Opie en una exposición individual ha sido un verdadero redescubrimiento del artista.
Sus más de cuarenta obras recientes ocupan no sólo el interior del museo, sino también el exterior del edificio y el vestíbulo del centro. Sus pinturas de gran formato (cuya apreciación facilita el espacio del museo), sus animaciones, sus esculturas con sonido, la utilización de los colores planos, la tecnología, el lenguaje pop, las líneas esquemáticas en el trazo, aspectos en principio incompatibles con la naturalidad y credibilidad del ser humano, convierten la experiencia de la visita a la exposición en algo cercano, sugerente, diferente al tiempo que reconocible por cualquiera de nosotros. Sus retratos, aunque en absoluto respondan a un canon clásico, expresan sentimientos y nos transmiten sus ideas y pensamientos. Retratos para colgar en las paredes de tu casa. Quien pueda, claro.

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