21 febrero 2008

Camino a campo abierto

Descubrir la obra del austriaco Schnitzler es asomarse a una literatura asombrosamente moderna. Nos encontramos ante un autor que abandona la hipocresía de una sociedad europea complaciente para poner el dedo en la llaga y sacudir las conciencias acomodadas de su época y la del lector actual. La editorial El Olivo Azul rescata la novela Camino a campo abierto.

Arthur Schnitzler (1862-1931) nació en Viena –donde también moriría- en el seno de una familia de médicos judíos liberales. Estudió medicina en su ciudad natal, pero pronto abandonaría su ejercicio por la escritura. Además de escribir obras de teatro como El profesor Bernhardi o Comedia de seducción, destacó en las formas narrativas breves, relatos y novelas cortas como Relato soñado, Apuesta al amanecer o El teniente Gustl, y dejó novelas extensas como Teresa y, sobre todo, la novela de la que aquí nos ocupamos: Camino a campo abierto.

Sigmund Freud llegó a decir de Schnitzler que había aprendido intuitivamente todo lo que él “había tenido que arrancar laboriosamente de muchas personas”. Autores de la talla de Rilke y Thomas Mann han alabado la obra de Schnitzler, que ha sido llevada al cine por directores como Max Olphüs y Stanley Kubrick, entre otros.

Georg von Wergenthin, el protagonista de Camino a campo abierto, es un joven compositor aristócrata, hedonista y despreocupado de obligaciones y responsabilidades. Su alegre vida discurre entre los salones de la alta sociedad austriaca y los círculos artísticos q.ue se dan cita en los cafés vieneses. La inesperada muerte de su padre desencadenará una crisis personal que enfrentará a nuestro personaje a una realidad no deseada.

Escrita en 1908, Camino a campo abierto es la novela más ambiciosa de su autor. Más allá de la historia del protagonista, la novela es, principalmente, un gran fresco de la sociedad europea de su tiempo, que anuncia con gran clarividencia el final de un orden y la llegada de tiempos algo más que revueltos.

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