01 febrero 2016

Predicción de tendencias sociales a través de imágenes

Female tourist taking picture with mobile phone for Instagram and other social media, vía Shutterstock.

Estamos viviendo en una época especialmente visual, donde todo el mundo comparte millones de fotos para acompañar sus mensajes.

Redes sociales como Twitter, Facebook o Instagram son escaparates de imágenes para noticias, hechos, momentos de ocio, sensaciones, emociones bromas o experiencias.

Las imágenes, no obstante, han estado siempre presentes como muestra las diferentes costumbres y distintos hechos que se viven en cada uno de los pueblos de nuestro planeta. En unos más que en otros y, quizá gracias a Internet y los Smartphones, cada vez más en todos.

Un estudio -cuya lectura completa es muy recomendable- ha querido demostrar cómo todas muchas de las imágenes que se comparten a cada segundo pueden dar una gran cartografía social de los lugares estudiados y señalar, además, tendencias socio-económicas de esos mismos sitios. Algo que ya se había estudio desde el punto de vista de lo que se comparte en las redes sociales, pero no únicamente a través de las imágenes.

A través de más de una millón de imágenes compartidas en Twitter por usuarios de 20 ciudades de los Estados Unidos durante el año 2013 han querido demostrar cómo se puede tener una gran red neuronal cuyos datos pueden ser una importante fuente de información sobre las sociedades: gustos, hábitos, estilos, modas, comportamientos, etc. Imágenes que no son fotografías, sino que están tomadas de la red o de pantallazos durante las conversaciones.

Son resultados de una metodología que tienen en cuenta las imágenes, y no tanto (o no sólo) los textos y etiquetas que las puedan acompañar, como ya se ha demostrado que se puede medir, como por ejemplo en el propio Twitter.

Para ello clasificaron el contenido de ese millón de imágenes y comprobaron si cada uno de los tipos de contenidos se correlacionaba con los indicadores socioeconómicos. Como variables utilizaron el precio medio de la vivienda, los niveles de educación, los ingresos medios, y las medidas de bienestar social.

Algunas conclusiones del estudio señalan, por ejemplo, las poblaciones más felices tienden a compartir más sus experiencias, así como las poblaciones que viven en ciudades también son más felices que en muchas zonas rurales donde la vida es más dura y, por tanto, hay un mayor número de imágenes en sus conversaciones online. Es decir, que siguen un patrón de comportamiento similar.

Es sólo un acercamiento (no se puede medir aún los sentimientos y, en zonas más desfavorecidas no se comparte tanto a través de redes), pero el estudio demuestra la importante fuente de datos que pueden suponer las imágenes.

Más aún si incluimos las fotografías de los usuarios unidas a los textos que los acompañan, incluso a los comentarios que suscitan. Entonces los resultados se acercarían mucho más aun BigData socioeconómico total.

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