30 junio 2020

El ojo biónico ya no es sólo ciencia ficción

Hacía tiempo que no escribíamos sobre determinados inventos que parecen de ciencia ficción, y que podrían tener sus implicaciones también en el mundo de la cultura.

Hoy hablamos del ojo biónico de Mojo Vision. Una empresa de California ha montado un equipo  compuesto por antiguos investigadores de Apple, Amazon, Google y Microsoft para lograrlo.

El resultado ha sido esta lente u ojo biónico que es una interfaz visual adaptable al ojo humano. Para crearlo fue necesario miniaturizar la tecnología de los anteojos de realidad extendida o mixta, en particular los sensores de visualización, así como los sensores necesarios para seguir los movimientos de los ojos.

El ojo incluye una pantalla colocada en el centro de la lente que no es más grande que la punta de un bolígrafo. La energía requerida para que funcione es suministrada por un accesorio portátil en la muñeca.

Esta lente permite al mirar a izquierda o a derecha  tener acceso a toda una serie de información básica que se muestra en la lente: calendario, clima, rutas, notificaciones, biblioteca de música, etc. Justo como en las películas de ciencia ficción.

Aunque está en fase de pruebas, ya están desarrollando apps, algunas en relación al audio para hacer la experiencia inmersiva más completa.

Además, esta lente también pretende ser útil para las personas con discapacidad visual ya que puede permitir a la persona que las usa aumentar el brillo o el contraste de su campo de visión y distinguir claramente los objetos sumergidos en la oscuridad.

Mojo Vision está teniendo que inventar todo de manera propia para obtener los resultados requeridos: desde su propio sistema de oxigenación -es muy importante que los ojos puedan respirar-, hasta chips personalizados y algoritmos de seguimiento ocular.

La idea es que la lente pueda  controlarse de varias maneras diferentes. Uno sería a través de la voz, mediante algún tipo de accesorio de retransmisión usado por el usuario.  La otra sería con la tecnología de seguimiento ocular. El objetivo es  averiguar exactamente dónde se está mirando y qué información contextual es probable que desee ver en ese momento.

Las investigaciones siguen en marcha, y financiación no le falta a este proyecto tan ambicioso y fantástico.

El resultado final serían una lestes de contacto que van más allá de la realidad aumentada y que podrían hacer de las visitas a museos o de la participación en historias interactivas experiencias únicas.

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