Bibliotecas por la innovación local
La pandemia de COVID-19 no sólo ha traído una crisis sanitaria, sino también social y económica.
Las consecuencias de esto afectan tanto a lo público y lo privado, y repercute en los ciudadanos, en su economía y en su bienestar.
Las bibliotecas pueden ser un punto de encuentro, de ayuda, en estos momentos particularmente complicados para todos.
Gracias a servicios como internet, centros de información laboral, asistencial, de recursos, etc., llevan décadas siendo un espacio de apoyo para sus vecinos. Algunas incluso se atreven a dar un paso más, y se redescubren como herramienta para la innovación inclusiva en su ciudad. Es el caso de la biblioteca de New Haven, una ciudad donde uno de cada cuatro residentes vive actualmente en la pobreza.
En 2016, la bibliotecaria Martha Brogan pensó en la biblioteca como una plataforma crítica para construir un mayor acceso, oportunidades y conexiones para ayudar a impulsar el punto de inicio para aquellos que quedan fuera de la cultura de innovación de su ciudad.
Así, se puso en contacto con varias organizaciones y centros de innovación para sumar a los servicios de su biblioteca uno que fuese un espacio de emprendimiento.
La idea era potenciar el flujo de nuevos talentos locales y pequeñas empresas, algo esencial, como señala, para la creación de empleo y de una economía dinámica.
Por tanto, la biblioteca debería esforzarse por ampliar el número de emprendedores e innovadores dentro de la ciudad. Es decir, cultivar el espíritu empresarial entre los residentes de minorías étnicas, las mujeres y otros grupos de menor representación activa en lo laboral en su ciudad.
Así nació la idea de crear un centro empresarial inclusivo dentro de la biblioteca. Se necesitó una coalición de fuerzas para hacer realidad la idea: en 2017, la Biblioteca Pública Gratuita de New Haven recibió 150.000 dólares en fondos de la ciudad como parte de un premio estatal para fomentar “espacios de innovación”.
Reconociendo a la biblioteca como una institución gratuita, pública y de valor -y por lo tanto, un entorno ideal para potenciar el acceso a la economía de innovación de New Haven-, la ciudad contribuyó con 970.000 dólares adicionales en fondos de capital para transformar la biblioteca en una institución ancla que podría ser la puerta de entrada para los aspirantes a emprendedores en el ecosistema de innovación de la ciudad.
Después de elegido el sitio, el objetivo era involucrar a los residentes a quienes el centro debía beneficiar. Los empresarios, los creadores y otras partes interesadas debían involucrarse de manera colaborativa.
En este punto los bibliotecarios dieron un paso adelante para convertirse en agentes activos del desarrollo de la comunidad, y ser “conectores activos” entre personas, organizaciones y la cultura de innovación de New Haven.
En julio de 2018 abrieron el centro empresarial llamado Ives Squared. Un centro que consta de una serie de espacios acogedores, que incluyen un área común, un área de información, un lugar de trabajo colaborativo, un espacio de creación con impresoras 3D y otros equipos de creación de prototipos, y una cafetería que también funciona como un lugar de encuentro social.
Como parte de este concepto integrado, desarrollaron programas y planes de estudio para activar Ives Squared y brindarle a los residentes acceso a la economía de innovación local. También es esencial para Ives Squared su enfoque en el fomento de las relaciones y proporcionar el tejido conectivo que falta entre la riqueza de recursos, expertos, instituciones y empresas de New Haven y sus residentes.
El valor de la Biblioteca Pública Gratuita de New Haven como conector comunitario y motor de inclusión económica se ha vuelto aún más crítico durante la pandemia.
Cuando la biblioteca física el 16 de marzo debido al virus, cambió al ámbito virtual y comenzó a proporcionar puntos de acceso Wi-Fi gratuitos y nuevos programas, incluidas reuniones en Zoom y horas de oficina para ayudar a los residentes a enfrentarse a las consecuencias de la pandemia y manejar el estrés de las pequeñas empresas.
La biblioteca de New Haven es otro ejemplo de cómo pueden estos centros desempeñar un papel fundamental como impulsores de la reinvención y la regeneración económica a largo plazo.