Viaje inmersivo a la Roma Imperial sin salir del autobús
Si alguno de nuestros lectores tiene pensado ir a Roma este verano, quizá quiera saber que una experiencia inmersiva ofrece descubrir la ciudad Imperial, tal como era hace 2.000 años, gracias a un nuevo viaje en autobús por sus calles, combinando realidad virtual y herencia milenaria.
La novedad de esta experiencia es que no requiere cascos ni tabletas, ya que son las propias ventanas del autobús se transforman en pantallas. El viaje está guiado por una voz en off, y tiene una duración de 25 minutos por el precio de 15 euros por persona.
Giorgio Capaci, director general de la empresa Ciudades invisibles que ha liderado el proyecto, señala que es un proyecto único que realmente permite entender cómo se construyó Roma.
Además de que el usuario está inmerso en el mundo virtual dentro del bus, para aumentar la eficacia de esta tecnología han añadido aromas según las zonas por las que se pasa para que el espectador ubique el espacio no sólo con la vista sino también con el olfato.
Además, para potenciar aún más la inmersión, todas las estructuras y el modelado 3D de los paisajes están perfectamente sincronizados con los movimientos del autobús. La velocidad, los giros, los baches se han reproducido también en los paisajes virtuales en 3D.
Así, la experiencia propuesta se basa en dos nuevos procesos tecnológicos y patentados. Primero la mencionada inmersión en 3D y las reconstrucciones de obras arquitectónicas que se transmiten directamente en pantallas OLED transparentes superpuestas a las ventanas del bus y un sistema de cortinas motorizadas que permite comparar el paisaje actual con el del pasado.
Por otro lado, gracias a MOVX, una patente única en el mundo, los movimientos reales del Bus VR se sincronizan perfectamente con el espacio virtual reconstruido, geolocalizando el bus y todas las obras arquitectónicas del recorrido.
El experimento tendrá una duración de seis meses. La empresa privada que patentó la tecnología espera comenzar a construir dos autobuses más a finales de año para Roma y quizá lo haga también para otras ciudades italianas.