Amazon exigirá a los autores que revelen el uso IA
Después de meses de quejas de Authors Guild y asociaciones de autores similares, Amazon ha comenzado a exigir a los escritores que quieran vender sus obras a través de su programa de libros digitales, que informen a la empresa con antelación cuando su trabajo incluya material creado con alguna inteligencia artificial.
Tras esto, Authors Guild elogió las nuevas regulaciones de la plataforma, señalando que eran “primer paso bienvenido” para disuadir la gran proliferación de libros generados por ordenador en dicha plataforma online.
Muchos escritores temen que los libros generados por ordenador puedan desplazar a las obras tradicionales y ven como algo injustos para los consumidores que no sepan que están comprando contenido de una IA.
En una declaración publicada en su sitio web el gremio de escritores expresó su gratitud hacia el equipo de Amazon por tener en cuenta sus preocupaciones y “dar este importante paso para garantizar la transparencia y la responsabilidad del contenido generado por IA».
Así, en la página de pautas de contenido de Amazon señalan lo siguiente: “Definimos contenido generado por IA como texto, imágenes o traducciones creadas por una herramienta basada en IA». De este modo Amazon quiere diferenciar entre contenido asistido por una IA –donde los autores no necesitan divulgarlo- y trabajo generado por entero por una IA.
Lo cierto es que impacto inicial de esta decisión puede ser limitado porque Amazon no identificará públicamente libros creados con IA, una política que un portavoz de la compañía asegura que podrían revisar.
La directora ejecutiva de Auhors Guild, Mary Rasenberger, señala que su organización ha estado en conversaciones con Amazon sobre material de inteligencia artificial ya desde principios de este año 2023.
Según esta, Amazon nunca se opuso a exigir la divulgación, sólo dijo que tenían que pensarlo detenidamente. Parece que, de momento, se siguen pensando lo de divulgar públicamente qué obras están creadas con inteligencia artificial.
Mientras, los autores no paran de tener conflictos con todo lo referente a las IA -a excepción de aquellos que se sirven de ellas abiertamente para escribir sus obras, aparentemente aún poco, o al menos que lo confiesen. Así, ya han demandado a OpenAI por plagiar algunos de sus libros.
La legislación europea está en camino de poner coto a alguna de estas cuestiones, pero ya sabemos que la ley es mucho más lenta que los avances tecnológicos. Veremos.