Un original expendedor de cuentos breves
Seguro que muchos de nuestros lectores has visto en alguna ocasión expendedores de libros en el metro, estaciones de tren o aeropuertos.
Lo que seguramente nadie había visto es un expendedor de historias breves que duren sólo entre uno, tres o cinco minutos, como los que han puesto en las calles de Grenoble.
Lo más interesante es el formato elegido para dicha función. Quizá alguno piense que es otro modelo basado en códigos QR para el móvil.
Nada más lejos. Aunque el formato corto sea ideal para la lectura digital, y en especial el móvil, en este caso el soporte elegido es de nuevo el papel. Pero, como vemos en la foto, a la manera de un ticket de un supermercado.
La extensión de tales relatos sería –siguiendo con la analogía y el formato- la de una amplia compra en uno de los supermercados al uso: de 8 a 60 centímetros, según tiempo de lectura. La idea es que estos expendedores de cuentos ayuden a matar el tiempo (o aprovecharlo) en lugares de espera, tales como el ayuntamiento, la oficina de turismo, las bibliotecas y en los centros sociales.
Detrás de la idea está Short Édition, especialistas en la edición de este tipo de historias breves, y al alcalde de Grenoble, perteneciente al partido verde. Las historias serán gratuitas, además.
Está claro que, hoy en día, y en determinados lugares, el que no lee es porque no quiere. Y quizá alguna editorial le vea salida comercial al modelo.
Me parece una idea maravillosa. Ojalá cunda el ejemplo por aquí. Lo único que me ha chocado es que la iniciativa sea del partido verde, por aquello de apostar por el formato en papel… En cualquier caso creo que puede ser una excelente idea para el fomento de la lectura.