La autoedición también apuesta por los audiolibros
Como era de esperar, el auge de los audiolibros y de la autoedición iba a hacer que salieran iniciativas conjuntas.
Aunque ya existen casos conocidos como ACX o Author’s Republic, pronto veríamos otros proyectos para autoeditar audiolibros sin tener que acudir a las mismas plataformas de siempre.
Una de estas nuevas iniciativas ya ha llegado, se trata de Blavox, que ofrece a cualquier autor las herramientas y servicios necesarios para crear y comercializar sus propios audiolibros.
Esta plataforma ofrece, aparte de la tecnología necesaria, voces de profesionales del mundo de la locución y el doblaje que se adaptan a los diferentes estilos o géneros de los audiolibros. También se encargan de revisar el resultado final y editar el audiolibro para que cumpla los estándares mínimos de calidad. El precio está en 230 € la hora.
Los audiolibros se pueden vender en su tienda escogiendo el autor el precio de venta, al que le dan el 40% de los beneficios. También lo distribuyen en otras plataformas como Audible, iTunes y Bookwire. Asimismo, ofrecen servicios complementarios como el ISBN o la conversión a ePub, incluso en formato impreso, o asesoramiento para la promoción y marketing y servicios de asistencia.
En definitiva, un paquete muy completo de servicios que, como en el caso de la autoedición de libros, varía en precio dependiendo de cuáles quieran ser contratados o incluidos. La única pega que se le puede poner a esta plataforma es la inclusión de un servicio de conversión automática de libros a audiolibro, por 20€.
Si recordamos el comienzo de los ebooks, con aquellas conversiones a través de programas gratuitos, sin revisar apenas, o las digitalizaciones de Google, sin factor humano alguno, recordaremos también la mala imagen que le dio al formato. Debemos aprender de los errores cometidos en la corta historia de la edición digital. Si una persona oye por primera vez un audiolibro realizado con un formato automatizado con voces mecanizadas, no va a llevarse una buena impresión sobre este nuevo formato. Este tipo de grabaciones automatizadas, basadas en tecnologías Daisy, se utilizan habitualmente para facilitar la lectura a personas con discapacidades visuales, pero no pueden ser considerados audiolibros.
Además, los autores autoeditados que opten por la conversión automática deben saber que sus audiolibros no se admitirán en plataformas y tiendas como iTunes porque hace tiempo que no dejan pasar archivos de poca calidad ni mecanizados, como hace tiempo que no admiten PDFs como libros digitales.
No obstante, damos la bienvenida a una nueva opción para que los autores puedan autoeditar sus audiolibros, con todos los servicios necesarios para poder hacerlo.