El esqueleto de los guisantes
Estamos ante una novela que describe con mucha ironía las falsas relaciones humanas que tienen lugar a diario en la mayoría de las empresas. La verdadera realidad de las empresas está dentro, en sus trabajadores y en sus jefes, y nadie mejor que un par de ex empleados para describirla… Los protagonistas de “El esqueleto de los guisantes”, de Pelayo Cardelús (Caballo de Troya), son un par de jóvenes que intentan, cada uno a su manera, sobrevivir en la brutal y estúpida sociedad competitiva en la que vivimos.
Por un lado tenemos al narrador, un joven que trabaja como free lance en la agencia de publicidad Nivel 5. Con un estilo de redacción muy publicitario (frases cortas e ingeniosas, palabras y reflexiones comunes), nos cuenta la vida en el interior de la oficina. A través de los comentarios que va haciendo sobre las poses de sus compañeros de trabajo, nos va dibujando un divertidísimo retrato sobre las batallas personales que tienen lugar en la mayoría de las empresas: la jerarquía laboral que todos soportamos, la reinante hipocresía, la triste búsqueda del reconocimiento personal, las envidias entre los propios colegas de trabajo, las máscaras y las mentiras, las inseguridades personales, los peloteos, el tener que reírle los chistes al jefe, la eterna desconfianza de estos últimos, etc.
Por otro lado, hay intercalados en el libro 10 posts o artículos de un blog escrito por Arístides, un compañero de trabajo del narrador que fue despedido de la agencia de publicidad porque era supuestamente una amenaza para sus jefes. Arístides cree que tiene mucha personalidad, ingenio y da la sensación de estar básicamente de vuelta de casi todo. Tras su despido, abre un blog para desahogarse y criticar la precariedad laboral del sector, entre otras muchas reflexiones que podemos leer en la bitácora que se menciona en el libro (www.aristides.tk).