Los príncipes nubios
Siempre dejamos para más tarde los libros premiados dado que sospechamos que arrastran una buena carga comercial. Este verano ya no nos podíamos resistir más y decidimos leer la última novela de Juan Bonilla.
Tras leer Los príncipes nubios no sabemos qué opinar; por una parte, nos ha gustado su tono irónico (el que las putas y chaperos puedan cobrar por futuros derechos de imagen nos parece una idea genial), cómo trata el difícil tema de la inmigración y la prostitución, el ritmo de la trama, pero por otra no llegan a cumplirse todas nuestras expectativas; tras su lectura nos quedamos como si no hubiera pasado nada.
Puede que Bonilla sólo quisiera que pasáramos un rato ameno leyendo una novela con un ritmo inquietante, pero no creo que su idea fuera que nos conformáramos sólo con esa sensación. Si ha tenido el valor de tocar un tema tan serio como la inmigración y la prostitución en clave de humor,lo que domina como nadie, creo que aspiraba a poder profundizar en el tema sin dejar de escribir una novela y así poder trasladar sus ideas y mensajes a más capas de la sociedad. Disfrutamos tanto con El arte del yo-yo (1996), El que apaga la luz (1994), y con su último libro de poemas, El Belvedere (2002), que tenemos una percepción de la capacidad de Bonilla muy alta. Tras leer a otros autores como Javier Marías, Vila-Matas o Martín Amis, siempre te queda la sensación de haber aprendido algo nuevo, de haber "viajado" leyendo; con esta novela sólo se disfruta de la lectura, que ya es algo hoy en día.
En varias ocasiones, Bonilla ha manifestado que no es una novela sobre la inmigración, que ha utilizado este tema como telón de fondo para escribir la historia de un personaje y que, por tanto, no aspira a ser nuestro Kazuo Ishiguro o Hanif Kureishi. Se agradece esta modestia y sinceridad, pero su novela sí nos invita a reflexionar sobre algo que sospechamos que estamos viendo pero no queremos llegar a asumir, y es de agradecer que los autores en España empiecen a mojarse y plantear temas de actualidad utilizando sus herramientas.
El epicentro de Los príncipes nubios es el Club Olimpo, una macro empresa de intricada red internacional que actúa en las zonas más depauperadas del planeta, allí donde un desastre natural, una guerra o la simple lucha por la vida del que viaja en una patera, convierten a los hombres en víctimas y los dejan a merced de quienes han hecho de la desgracia ajena su modus vivendi y, desde luego, su modus operandi.El narrador y protagonista de Los príncipes nubios, Moisés Froissard, se dedica a salvar vidas. Trabaja de "cazador" para el Club Olimpo, seleccionando los ejemplares más bellos de entre los supervivientes del infortunio y la inmigración, aquellos que merecen ser rescatados, y el Club se encarga de someterlos a un laborioso proceso de reeducación y lavado de imagen hasta convertirlos en máquinas sexuales, capaces de satisfacer los deseos de clientes ricos y caprichosos.
Juan Bonilla (Jerez, 1966) es autor de las novelas Nadie conoce a nadie (1996) y Cansados de estar muertos (1998), Yo soy, yo eres, yo es … (1999) y de los libros de relatos El que apaga la luz (1994), La compañía de los solitarios (1998) y La noche del Skylab (2000). Ha recopilado ensayos, reportajes y artículos en El arte del yo-yo (1996), La holandesa errante (1998) y Teatro de variedades (2002), y sus poemas en Partes de guerra (1994) y El Belvedere (2002). Es columnista y reportero del diario El Mundo.