27 julio 2006

Los girasoles ciegos

Cuatro historias se cuentan en este magnífico libro, cuatro historias engarzadas entre sí con tal maestría que sorprende, cuatro historias que hablan de una sola Historia. En un intento por dar voz a tantas vidas obligadas a permanecer en silencio, Alberto Méndez nos traslada a la posguerra española, donde tantos horrores se cometieron y tanto miedo y sufrimiento tuvieron que acallarse, donde pertenecer a uno u otro bando, aunque a menudo no se fuera consciente de ello, era sinónimo de enemigo y donde no valían siquiera las relaciones de sangre.

Cuatro historias de gente corriente, gente que no figura en los libros de Historia aunque fueran ellos quienes la hicieran, conforman un retrato de la España de entonces: un capitán del ejército de Franco que renuncia a ganar la guerra el mismo día de la Victoria; un joven poeta adolescente que huye con su novia embarazada y en sólo unos meses escribe un diario donde el recorrido entre la adolescencia, la madurez y la muerte se realiza con una velocidad aterradora; un preso en la cárcel de Porlier que se niega a tomar la actitud que haría que su verdugo fuera calificado de verdugo; y el diácono lascivo, obsesionado por la madre de un alumno, que justifica su pasión a través del fascismo apostólico que propugna.

Alberto Méndez nos transporta con genialidad a la época y al interior de cada individuo, y nos hace sentir sus miedos, su soledad, su amargura, su espíritu derrotado, su profunda tristeza. Personajes que nunca llegaron a entender el hecho de matar o morir por lo que uno piensa y no por lo que uno hace o ha hecho. Un libro cargado de sensibilidad y melancolía, donde cada narrador tiene su propio estilo y carácter, a pesar de que todos hablan el mismo lenguaje. Cuatro historias que luchan contra el olvido, donde se hace patente que la Guerra Civil española la perdieron todos, vencedores y vencidos.

Alberto Méndez nos dejó el pasado año, y a su pérdida personal añadimos la tristeza que nos causa el no poder disfrutar de las obras que no tuvo tiempo de escribir.

Alberto Méndez (1941–2004). Nació en Madrid, donde transcurrió su infancia. Estudió el bachillerato en Roma (Italia) y se licenció en Filosofía y Letras en la Universidad Complutense de Madrid. Trabajó siempre en grupos editoriales nacionales e internacionales. En 2002 quedó finalista en el Premio Internacional de cuentos Max Aub con uno de los relatos de Los girasoles ciegos, su primer libro narrativo. Los girasoles ciegos fue galardonado con el I Premio Setenil de cuentos y posteriormente con el Premio de la Crítica.

 

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