Estados Unidos investiga a Google Books por posible monopolio
Si recordamos, el Gobierno de Estados Unidos decidió investigar el acuerdo al que llegaron el pasado mes de octubre Google y las principales editoriales del país para escanear millones de libros y ponerlos al alcance de los internautas. Con esta investigación, el Departamento de Justicia podría obligar a que se renegocie el acuerdo si encuentra prácticas monopolísticas. Pero, si se llega a dicho acuerdo, el arreglo entre Google y los autores y editores de Estados Unidos puede otorgar a Google el monopolio de los libros en formato digital.
Pues bien, el pasado jueves por la tarde, el Departamento de Justicia abrió oficialmente una investigación sobre el trato de Google Books con las editoriales y bibliotecas porque ve indicios de prácticas monopolísticas en el pacto. El Departamento de Justicia podría bloquear el convenio porque los sectores más críticos afirman que, de concederse el acuerdo, Google tendría el monopolio de las “obras huérfanas”.
Este es el principal problema, el de las llamadas “obras huérfanas”, libros cuyos derechos están a cargo de autores o editores que han dejado de existir o de los que no se consigue tener noticia alguna de ellos. Este tipo de obras huérfanas –el 75% del total los libros que existen- han estado hasta ahora custodiadas por las bibliotecas. El acuerdo con Google supone, en un principio, que una empresa privada los ponga en el mercado y pueda sacar algún provecho de ello, además de estar bajo su control exclusivo, cuando han sido las instituciones públicas y bibliotecas quienes han posibilitado el acceso a estos libros durante siglos. Supondría, pues, en esencia, la privatización de las bibliotecas, al menos esto piensan en los Estados Unidos, donde el debate, junto al Reino Unido, está siendo público y continuo.
Precisamente por esta razón, en Estados Unidos las bibliotecas se han reunido para exigir su parte. Google, siempre dispuesto a negociar y a escuchar con tal de no perder sus oportunidades, ha propuesto a las bibliotecas colaboradoras, a cambio de permitir el escaneo de sus obras, obtener el libre acceso a los servicios online de Google durante 25 años. La Universidad de Michigan ya ha aceptado este acuerdo. Esta Universidad tendrá derecho a ofrecer estas versiones digitales a través de los equivalentes de los préstamos interbibliotecarios y al público en general.
De momento, con este primer trato, Google afianza su ventaja competitiva. Mientras, en España parece que este debate pasa desapercibido.