Kindle quiere ser un iPad
La puesta en escena del iPad está activando más si cabe los nuevos eslabones de la cadena del sector editorial, como decíamos ayer. La compra de Touchco –especializados en la investigación de pantallas táctiles- no ha hecho más que confirmar la adaptación del Kindle a las exigencias del mercado: color, tecnología táctil y mayor capacidad de conexión inalámbrica. Con la llegada de estos soportes móviles, bien sean ereaders, teléfonos inteligentes o tabletas, entran en juego otros factores a la hora de pensar en la edición digital, elementos tecnológicos antes inimaginables a tener en cuenta por el sector.
La capacidad de interconexión, mayor desarrollo de aplicaciones y Wi-Fi pueden ser ahora parte fundamental a la hora de plantearse una estrategia de negocio con vistas a la edición digital. El futuro lector ya no va a pensar sólo en el contenido, sino en cómo acceder a él de la mejor y más rápida manera posible a la vez que poder usar su ereader, móvil o tableta para otros fines más allá de lo puramente libresco.
Algunos pueden pensar que un lector con pantalla en color –aplicación enfocada sobre todo para prensa y cómics- dejaría de ser un lector de libros, pero no sería extraño que se pudiera seguir leyendo libros de una forma tan clara y similar a la lectura de lo impreso. Color o no, Wi-Fi y táctil señalan el camino de estos dispositivos.
