23 octubre 2010

Diálogos sobre Propiedad Intelectual

Los
Diálogos sobre Propiedad Intelectual de Deusto culminan con la apuesta por
crear una norma común europea válida para todos los agentes de la economía del
conocimiento.

Los días 21 y 22 de Octubre se celebraron en la Universidad de Deusto los Diálogos sobre
Propiedad Intelectual donde se analizaron las peculiaridades de la Ley de
Propiedad Intelectual y sus conflictos en la era digital.

Los
responsables editoriales de la mayoría de las universidades españolas junto con
otros agentes relacionados con la gestión del conocimiento, abordaron desde
diferentes perspectivas el nuevo escenario en el que nos encontramos, donde la
difusión del conocimiento a través de Internet está haciendo tambalear la
legislación tradicional que regula la Propiedad Intelectual.

«Nunca
se ha hablado tanto de propiedad intelectual y nunca ha habido tanta confusión»
reconocía Jon Artatxo, asesor
jurídico de la Real Academia de la Lengua Vasca, cuando «Derecho significa
precisión», señalaba. Hay más sombras que luces y cada ponencia daba paso a
nuevos interrogantes.

Una norma común
europea

En
este contexto de incertidumbre donde la legislación española en materia de
propiedad intelectual es de las más garantistas de Europa, el encuentro se
cerró con una apuesta por crear una norma
común europea
que sirva de marco válido para todos los agentes en esta
economía del conocimiento. Una norma compatible con los derechos de los
autores, los editores y los ciudadanos, y que además permita a las editoriales
trabajar con sencillez y seguridad.

La
apuesta fue firme: la propiedad intelectual debe regirse por una regulación
«supranacional» que conjugue derechos de autor y acceso ciudadano a la
producción y que «no pierda de vista a la industria cultural, que no deja de
ser industria por ser cultural».

Esta
es la principal conclusión que se desprende de las aportaciones de los
distintos participantes en los Diálogos que han tenido como objetivo crear un
marco de buenas prácticas en el uso de materiales y textos para la
investigación, docencia y difusión de la cultura y el ocio.

Reconversión
digital

En
el foro se apuntó que la tecnología no es la culpable de lo que está
ocurriendo. Ha supuesto un cambio al que hay que adaptarse y no es posible
esperar a que todo esté perfectamente regulado. Hay que estar en Internet, a
pesar de la piratería y de otros inconvenientes nuevos que seguro surgirán.

Los
participantes coincidieron al afirmar que la reconversión digital del libro es
ya algo urgente y necesario en la sociedad de la información donde el acceso y
difusión del conocimiento está viviendo una revolución. Consideran que para
hacer la transición a lo digital, las editoriales universitarias deberían
comenzar por hacer una auditoria de propiedad intelectual; actualizar y acordar
con sus autores los derechos de reproducción y comunicación pública de sus
catálogos, formados por miles de obras. Obras que pueden ser muy minoritarias,
difícilmente rentabilizables y de vida corta, dada la rapidez de transformación
del conocimiento científico. Además, para estos autores, la difusión de su obra
prima sobre la remuneración y realizan sus trabajos con financiación de
instituciones públicas, cuyo prestigio se basa en la visibilización y ser citados
por otros autores.

Creative Commons

«Al
legislador le cuesta entender la tecnología y necesita tiempo para ensamblarla
en el ordenamiento jurídico» afirmaba Gema
Tomás
, profesora de la facultad de Derecho y Directora de la Escuela de
Práctica Jurídica de la Universidad de Deusto. Ante esta evidencia, fue unánime
el sentimiento de que la realidad va más rápido que la legislación de propiedad
intelectual, y que ésta es de muy compleja aplicación en el contexto digital,
impidiendo la tutela efectiva de estos derechos, o favoreciendo prácticas quizá
alegales.

Las
editoriales universitarias deben establecer los objetivos de su política de
acuerdo a los fines de la universidad: fomento del estudio, desarrollo de la
investigación y difusión del conocimiento y la cultura. Así, tienen que
conjugar el respeto a la decisión del autor sobre su obra, con la posibilidad
de reproducción y transmisión ágil. Esta labor parece simplificarse cuando
logra la concesión de licencias creative
commons
que ayudan al aumento de
la difusión, impacto de las obras y ofrece los contenidos en las formas de
acceso y consumo preferidas por la mayoría de los lectores: sencillo, económico
y usable.

Cambio en el
modelo de negocio

Dudan
los autores sobre cómo difundir la obra, los editores no saben qué derechos
tienen ni para cuánto tiempo y para qué formas de comunicación pública, y se
debaten entre primar la comercialización sobre la difusión o al contrario.
Además, son numerosos los problemas tecnológicos (las formas de control de ventas
y descargas, la rápida sucesión de dispositivos de lectura y de formatos
incompatibles), e intervienen otros muchos agentes: los bibliotecarios, los
libreros, los distribuidores, los propios lectores y los generadores de
contenidos.

Pensar en digital

La
directora de la Biblioteca Nacional, Gloria
Pérez-Salmerón,
y el escritor Kirmen
Uribe
, Premio Nacional de Narrativa 2010, fueron los encargados de abrir
estos Diálogos. En su intervención Gloria Pérez-Salmerón aseguró que el secreto
de las nuevas bibliotecas está en la facilidad de acceso a la información. A su
juicio, la Biblioteca como institución que conecta la ciudadanía con el
conocimiento debe alinear sus protocolos y estructuras a la nueva era digital.

Desde
el punto de vista del escritor y atendiendo a las palabras de Kirmen Uribe, hay
que pensar más en las ventajas que ofrece la tecnología en lugar de detenerse
ante los riesgos e incertidumbres. Lo cierto es que el lector ha cambiado, su
forma de leer también y su pregunta es «¿cómo hay que escribir?». Además
llamaba la atención sobre otras ventajas que ha traído la tecnología como es la
posibilidad comunicación entre escritores, «ahora las influencias literarias
son totales», decía.

Elenco de
participantes

Otros
participantes en estos Diálogos han sido Isabel
Hernando Collazos
, profesora de Derecho Civil de la Universidad del País
Vasco y asesora especializada en Propiedad Intelectual e Industrial cuyo tema
fue Digitalización y Universidades: Retos Legales, Carolina Pina y Antonio
Muñoz Vico
, abogados del Bufete Garrigues Madrid, Carlota Planas de Sabatellini & Associats y Asesora Jurídica
del Gremio de Editores de Euskadi, José
Antonio Gómez
, secretario de la UNE – Unión de Editoriales Universitarias
Españolas, Begoña Urigüen, Jefe del
Servicio de Archivo, Biblioteca y Publicaciones del Gobierno Vasco, Andoni Sagarna, Director de
Investigación de Euskaltzaindia y Antonio
Isabel
, abogado representante de Cedro.

… y 12 cosas más
que se dijeron …

·
La transmisión del conocimiento es uno de los pilares de la excelencia. La
tecnología e Internet agilizan esta transmisión.

·
Los editores deben asumir el protagonismo que les corresponde y en este magma
de información en el que nos encontramos, asentar el conocimiento y contribuir
a su difusión.

·
La digitalización de los fondos editoriales de las bibliotecas debe
concentrarse en obras de especial interés y no de forma indiscriminada imitando
a nuevos agentes que acaban de nacer en el escenario editorial.

·
La biblioteca debe centrar su esfuerzo en la calidad, la actualización y
gestión de sus repositorios, velando por los derechos de autor y atendiendo con
especial cuidado las «obras huérfanas» que suponen el 70% de los fondos.

·
Soluciones imaginativas dentro del marco de la Ley de Propiedad Intelectual
como las Creative Commons, son sólo herramientas que no
valen ni para todo ni para todos. La clave está en adaptarlas a las necesidades
de cada uno.

·
Se ha demostrado que Creative Commons es fórmula de éxito (en 2006, 3
millones de licencias, actualmente 9 millones), lo que hace más necesario aún
la creación de un archivo repositorio de estas licencias.

·
El valor del soporte difiere. A nivel de estudios de investigación, la
publicación en soportes digitales no computa de la misma manera que los
soportes tradicionales, donde el prestigio del nombre de la cabecera es garante
de lo publicado.

·
Se recordaron con cierta alarma las palabras de Bárbara Navarro de Google que
decía «el Gobierno español debe reaccionar pronto con una nueva legislación de
la propiedad intelectual si no quiere que países como México adelanten a España
en la carrera por liderar los contenidos de habla hispana en Internet»

·
En todo caso, el contrato debe construirse desde la buena fe de las partes. De
forma escrupulosa y amplia, debe contener todos los elementos que garanticen la
proyección del autor, que es el verdadero cimiento del conocimiento.

·
Los nativos digitales son más rápidos. Es una generación que usa, consume y
desecha.

·
Para competir con la sobreabundancia de la red, los editores tienen que
enriquecer sus contenidos.

·
Estamos en la economía del conocimiento: será más rico el país que más
conocimiento produzca.

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